Este artículo versa sobre la influencia que tiene Internet en la vida del jurista, ¿por qué es importante que el Derecho se desarrolle? y las ventajas que pueden derivarse para el cliente.
El mundo jurídico surge con la convivencia en sociedad “ubi societas, ibi ius” y al igual que la propia sociedad ha ido sufriendo numerosos cambios. Esto se debe a que es concebido como un sistema dinámico, que se adecua a la cambiante realidad social.
Al igual que el mundo jurídico, el mundo tecnológico también ha sufrido un gran desarrollo, pero de forma mucho más exponencial, tanto que incluso se llega a decir que si la astronomía se hubiese desarrollado tan rápido sería común hacer a diario viajes espaciales.
Ahora bien, la innovación, el avance, y la adecuación a la presente sociedad en lo jurídico consiste en su integración a Internet. Ya se han dado los primeros pasos y actualmente ya hay muchos operadores jurídicos que tienen un “empleo online”, donde ganan en maniobrabilidad y donde siempre tendrán oportunidades laborales.
Los despachos de abogados en su día a día utilizan mucho la tecnología, a la hora de buscar fuentes de información, cuando redactan documentos, si hacemos alguna videoconferencia, y, por último, a la hora de archivar la información. Asimismo, estos despachos últimamente también abogan por la realización de plantillas, que facilita el trabajo de los empleados, creando un formato que cuenta con la marca personal de la empresa y que consecuentemente acaba por ser un informe más completo y detallado.
Un gran porcentaje de los operadores jurídicos se apoya en Internet para buscar trabajo, por medio de redes sociales como Likedin (que refleja la trayectoria profesional del individuo) o Facebook (que muestra su lado más personal). Además, muchos otros deciden montar su negocio online, ya sea por medio de páginas web (herramienta gratuita), de aplicaciones (muy prácticas y accesibles). A modo de ejemplo, encontramos la asesoría laboral Audalia.
Nos hemos centrado dentro del amplísimo mundo jurídico en la figura del abogado, en cambio, hay una mayor variedad de posibles profesiones que pueden aprovechar las ventajas que Internet les ofrece, como en el caso de los diccionarios jurídicos digitales que nos ayudan en la imperativa cuestión de adaptar el lenguaje jurídico al cotidiano. ¿Y por qué digo que esta cuestión es imperativa? Pues bien, los derechos son inherentes al hombre y en Derecho es bien sabido que la ignorancia de la norma no exime de culpabilidad, por ello es fundamental que el individuo sea capaz de entender de forma autónoma los derechos y obligaciones que tiene, pues lamentablemente otras personas como directores o incluso la propia administración se aprovechan de este desconocimiento. Por este mismo motivo también son de vital importancia las bases de datos (pe. BOE) que se actualizan constantemente, y que están al alcance de todos.
Actualmente el abogado tiene una gran competencia, pero también tiene más trabajo que nunca. Esto se debe sobretodo al matrimonio, ahora que la gente se suele casar por lo civil, gracias al matrimonio tenemos la separación de bienes, los divorcios que ya no corren a cuenta de la Iglesia, testamentos…
De igual forma ocurre con los relativamente nuevos delitos informáticos y medioambientales que antes lógicamente no estaban previstos en nuestro ordenamiento jurídico. Es por esto por lo que cualquier mejora o innovación en estos campos puede ser muy beneficioso para su impulsor.
Jaime Hevia Rosso estudia actualmente Derecho + Business Law en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE).
Bibliografía
http://www.audalialaesnexia.com