“La abogacía no es ajena a la transformación, ya que de una manera muy activa y continuada lleva más de veinte años ajustándose a las demandas y a las fuerzas internas y externas. La crisis sanitaria ha venido a acelerar los cambios, tal como está sucediendo en otros modelos productivos y de consumo”.

	Carolina Sumar, Marisa Méndez

¿Cuál será el futuro del sector legal? Encontrar respuesta a esta pregunta ha sido el centro de las conversaciones de los últimos meses. Y justo esta pregunta fue la que inspiró el debate de la mesa redonda que cerró la intensa jornada del “ON by Legal Management Forum”. Como explicaron sus organizadores, se trató de un paréntesis virtual del Legal Management Forum, que desde 2014 es el evento de referencia de la innovación en el sector.

La abogacía no es ajena a la transformación, ya que de una manera muy activa y continuada lleva más de veinte años ajustándose a las demandas y a las fuerzas internas y externas. La crisis sanitaria ha venido a acelerar los cambios, tal como está sucediendo en otros modelos productivos y de consumo.

En la mesa redonda del evento español participaron distintas voces del sector legal y debatieron sobre estrategia de negocio, de la relación abogado-cliente, del valor añadido que deben aportar las firmas de abogados y del rol del talento.

Veamos algunas de las reflexiones generadas durante el evento:

– Es viable (e incluso deseable) la convivencia de distintos modelos de negocio y cada Firma y cliente deberá poder elegir el que mejor le convenga. Lo importante es no perder de vista nuevos modelos y su posible importación desde otras jurisdicciones o industrias, tanto a firmas con estructuras más modernas como a despachos tradicionales. Y, por supuesto, hay que seguir – incluso más que antes – monitoreando las tendencias del mercado, especialmente todas aquellas relacionadas con las expectativas de los profesionales.

– Con respecto al valor añadido y a la innovación fue muy interesante escuchar que esta última no se reduce a un sinónimo de incorporar tecnología. Se trata de pensar diferente. Este desafío es realmente amplio y con espacio para todos los abogados que quieran encontrarlo, pero para ello – como no puede ser de una manera – hay que estar muy muy cerca de los clientes para saber qué es lo que realmente les afecta e importa.

– La urgencia por diferenciarnos no puede nublar lo que es prioritario para los clientes y que se resumió en el acrónimo PCR: Plazos, Costos y Riesgos. Todo ello, sin olvidar la altísima importancia de sentir que realmente el asesor externo conoce, entiende y se implica en el negocio.

– Con respecto al talento, hubo acuerdo en que las habilidades que complementan la formación técnica cobran más importancia cada vez. Entre ellas se mencionó la inteligencia emocional, la creatividad, la anticipación, la proactividad y la capacidad de colaborar con otros.

El futuro del sector es sin duda un gran reto en el que participan todas las voces –firmas de abogados, clientes, talento–. No sabemos qué nos depara el futuro, pero es importante sentir que estamos en el camino de averiguarlo.

 
* Marisa Méndez (mmendez@marisamendez.com) es abogada, psicóloga y coach española. Junto a Carolina Sumar (carolina@csas.cl), periodista e ingeniero comercial chilena, se especializan en consultorías internacionales de gestión de firmas de abogados.

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