Los cambios vividos en este último año han forzado nuevos modelos de trabajo con formatos más híbridos y en remoto que van a marcar una nueva realidad.
Mireia Ranera |
Los datos del año 2021 del 6º Estudio en España de Transformación Digital en RRHH elaborado por INCIPY han sido muy contundentes:
- Flex Work: Más de un 75% de las empresas en España van a aplicar post pandemia nuevas políticas de flexibilidad o trabajo en remoto, siendo entre 1 y 3 días en semana las opciones más habituales, junto con la modalidad del teletrabajo sin días establecidos.
- Digital Work: Un 76% dispone de herramientas tecnológicas (tipo Office 365/Teams, Suite de Google…) para trabajar en digital y en remoto. Y aunque aún queda mucho por conseguir la adopción - ya que solo un 30% confirma aprovechar las potentes funcionalidades de estas plataformas limitadas en muchos casos solo a vídeo conferencias o chatear-, el potencial de las mismas para trabajar de forma colaborativa y en red marcará el futuro del trabajo.
- Smart Offices: Un 51% ya están gestionando los nuevos modelos flexibles con soluciones digitales data driven para la empresa y atractivas para el empleado, y trasladando a una nueva dimensión los espacios de oficinas con propósitos de productividad, colaboración, mantenimiento de la cultura y acercar a las personas con seguridad.
A estos 3 retos transformadores, se está sumando recientemente uno nuevo, que está saliendo cada vez más a la luz y está suponiendo verdaderos frenos y barreras para acelerar los cambios dentro de las organizaciones. Es la necesidad de transformar los estilos de liderazgo. Las organizaciones van a necesitar líderes que sepan moverse bien en los dos formatos de trabajo (presencial y remoto).
“The future of Leadership is multimodal” afirma el MIT, y no puedo estar más de acuerdo. El lugar de trabajo multimodal está cambiando los tipos de habilidades necesarias para liderar equipos de manera virtual y en persona con éxito, y los líderes deberán adaptarse una fuerza laboral híbrida. Y está claro que su verdadero liderazgo dependerá del grado de coordinación e integración que consigan con sus equipos. Los siguientes roles serán, sin lugar a dudas, las habilidades clave para cualquier buen líder de futuro.
Los 4 roles clave para liderar equipos en remoto o híbridos:
Conductor: Un rol de liderazgo de equipo principalmente virtual, en el que el líder asegura que los planes, las decisiones, la información y los logros se compartan para coordinar y motivar a los miembros del equipo. El papel es similar al de un director de orquesta, que se asegura de que los músicos toquen bien individualmente y en armonía. Para tener éxito en esta habilidad, los líderes deben encontrar el equilibrio entre demostrar un cuidado y compromiso genuinos con todos, pero también lidiar y ocuparse de la microgestión.
Catalyst: Un rol capaz de estimular en los formatos presenciales y personales la colaboración, la creatividad y la innovación, creando una cultura compartida y fomentando el compromiso. Un líder capaz de generar confianza y crear un entorno de seguridad psicológica, que facilite el diálogo profundo y fomente el compartir ideas. El término catalizador tiene como enfoque el permitir que otros brillen y facilitar los procesos de colaboración.
Coach: Sabiendo trabajar con los miembros del equipo, uno a uno, con los reportes directos de forma virtual o en persona, para ayudarles a lograr el máximo desempeño mientras genera confianza y vela por su bienestar y por el desarrollo profesional de cada uno. Desempeñar este papel de manera eficaz requiere un alto grado de inteligencia emocional y la capacidad de establecer un equilibrio entre mostrar empatía y alentarles a ir más allá de sus límites. Cuando se hace bien, el coaching puede mejorar las conexiones, así como el compromiso y la productividad.
Champion: Mientras que los roles de Conductor, Catalyst y Coach implican la gestión de las personas y del equipo, este rol de Champion requiere que los líderes defiendan y sean embajadores de sus equipos. Que se aseguren de los recursos del equipo, aprovechen las fuentes de información esenciales, comuniquen los logros y generen confianza con sus pares y otras partes clave de la organización, tanto en persona como virtualmente. Un rol, por lo tanto, que requiere habilidades para negociar, influir sin autoridad formal y construir alianzas.
Estos 4 roles y habilidades de liderazgo serán claramente vitales en los nuevos modelos de trabajo híbridos y digitales, y deberán estar apalancados en tres pilares que conformarán la clave del éxito:
- La colaboración: generando e impulsando una cultura de equipos conectados, de trabajo colaborativo y coordinado en red, gracias al potencial de las herramientas digitales, de los grupos transversales en redes sociales internas, y los nuevos workplaces (intranets sociales e interactivas).
- La innovación: propiciando espacios de encuentro virtuales y presenciales de lluvia de ideas, de integración de conocimientos y aprendizaje compartido, para lo cual la confianza y el tiempo juntos en un entorno sin estrés son esenciales.
- La integración de la cultura: destinando períodos de conexión cara a cara, virtuales y presenciales, para desarrollar el entendimiento mutuo y fomentar conexiones emocionales, así como, cultivar un propósito compartido, sentirse parte de una comunidad, orgullosos de la compañía y en consecuencia los mejores embajadores.
Es un momento apasionante lleno de retos y oportunidades. Es el momento de desarrollar nuevas formas de trabajar, nuevas formas de liderar y nuevas estrategias de crecimiento. Es el momento de priorizar qué trabajo es realmente importante para lograr los objetivos, y aprovechar para repensar los modelos operativos para el futuro.
Existen nuevas maneras de hacer las cosas. ¿Estamos preparados?
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