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Tras 20 años de historia, la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA) contará por primera vez con una mujer al frente. Ana Gómez, responsable laboral del despacho Mariscal & Abogados, acaba de alzarse como presidenta de la institución. La abogada sustituye en el cargo a Martín Godino después de formar parte de esta entidad desde 2006 y de llevar diez años perteneciendo a su junta directiva. La jurista, que ha dedicado la totalidad de su joven pero destacada carrera al Derecho Laboral, ahora se enfrenta al reto de dirigir la que se ha convertido en la asociación mayoritaria de los profesionales del Derecho del Trabajo en España.

  1. ¿Por qué es necesaria una asociación que represente a los laboralistas?

Los laboralistas somos un colectivo muy importante de este país que aglutina a abogados, graduados sociales, profesores del mundo académico y estudiantes. Existe, podríamos decir, una propia idiosincrasia de los laboralistas frente a otras ramas del derecho como por ejemplo los fiscalistas, los penalistas o los abogados de familia. Prácticamente, la mayoría presta sus servicios en despachos o asesorías pequeñas o incluso solos; la minoría, en despachos medianos o grandes. Y por lo demás es una realidad que el colectivo se desplaza por su trabajo a lo largo de todas las comunidades autónomas, lo que conlleva enfrentarse a diferentes costumbres y prácticas territoriales que son decisivas a la hora de asesorar y defender los juicios.

Por otra parte, es necesaria una asociación porque desde hace años la especialización profesional de un laboralista ha adquirido un nivel muy alto. Tenemos una de las mejores jurisdicciones, una formación especializada desde el terreno académico y una normativa y jurisprudencia muy prolija y cambiante.

A través de una asociación como la nuestra, los intereses e inquietudes de todo este colectivo se pueden canalizar y escuchar, con el fin de ofrecer soluciones y, en definitiva, servir de vehículo eficaz para mejorar las condiciones de los laboralistas en nuestro país.

2. ¿Cuál es la situación de estos profesionales?

Los laboralistas de hoy tienen por delante grandes retos como son la globalización que implica aparte de saber idiomas, tener una visión abierta y  flexible para, llegado el caso, poder adaptarse a los cambios que se impongan por motivos económicos y/o sociológicos. En otro planto, la revolución de las nuevas tecnologías, que va a exigir cada vez más de los laboralistas para que sepan adaptarse, es igual de importante. Como también, afrontar el avance imparable de las redes sociales y el marketing digital frente a las formas más tradicionales de desarrollo de negocio para un laboralista.

3. ¿Cuál es su principal reivindicación?

Conseguir engrandecer al colectivo de los laboralistas, colocándoles en el sitio que merecen. Esto implica tomar iniciativas nuevas de cara a transformar los patrones actuales con los que se viene funcionando ante las instituciones, las demás asociaciones de laboralistas y ante el resto de operadores jurídicos, como los tribunales y los colegios de abogados y graduados sociales.

4. ¿Qué supone para la asociación contar por primera vez con una mujer presidenta?

Creo que es una muestra más de un cambio lógico y demandado por la sociedad, aparte de ser un signo evidente de modernización. Me siento muy orgullosa de ser  la primera presidenta de ASNALA y voy a implicarme al máximo para que el laboralista, con independencia de su género, sienta que se le trata igual.

5. ¿Qué objetivo se ha marcado como presidenta?

Ante todo, mantener la reputación de la mejor asociación de laboralistas que tenemos actualmente y que los asociados se sientan orgullosos de pertenecer a ella. Al mismo tiempo, me he marcado el objetivo de escuchar a los socios acerca de qué inquietudes y preocupaciones tienen y mejorar la cartera de contenido de servicios que ASNALA puede ofrecerles. Mi meta al final es lograr superar las expectativas.

También quiero potenciar la comunicación externa e interna sobre las actividades que desarrollamos y no menos importante, trabajaré con la vista en atraer nuevos asociados en aras de ganar volumen y crecer en representatividad ante los núcleos de poder.

6. En el congreso que acaba de celebrar la asociación, se ha abordado la necesidad de regular el control de la jornada laboral. ¿Usted qué opina al respecto? 

 Es una materia sensible, que a mi modo de ver aún debería tener margen para el diálogo entre patronal y sindicatos. No hay que olvidar que la jornada y el horario son condiciones de trabajo importantísimas a la hora de fijar las reglas de juego de las relaciones laborales. Por tanto, requieren un marco garantista para los trabajadores pero al mismo tiempo una flexibilidad adecuada a los tiempos que vivimos. Sería ideal una solución de consenso y evitar una injerencia legislativa unilateral.

7. Endurecer las sanciones contra la temporalidad es otro de los asuntos que trataron. ¿Lo considera necesario?

Estoy a favor de endurecer las sanciones contra el abuso de la temporalidad. La temporalidad bien empleada, es decir la que se utiliza de acuerdo a la normativa, sigue siendo necesaria para nuestra economía y no debería desaparecer.

8. ¿El mercado laboral ha salido debilitado o reforzado tras la crisis? 

Soy de la opinión de que toda crisis genera oportunidades nuevas y el mercado laboral, sin obviar las sombras heredadas de la crisis, ha sabido reponerse y transformarse. No es que el mercado laboral sea más débil o más fuerte tras la crisis, simplemente es otro distinto.

9. ¿Qué estado de salud tiene el Derecho Laboral en España?

Creo que bueno, pero siempre mejorable. El marco regulatorio básico adolece de varios puntos débiles o aspectos que se han quedado un tanto obsoletos a la luz de los nuevos tiempos. Algunos ejemplos de ello son la formación profesional para el empleo, la contratación para los jóvenes estudiantes, el control empresarial de las comunicaciones o el derecho a la desconexión. Además, en algunas ocasiones, ante el vacío legal son los Tribunales los que suplen al legislador y no resulta ser la solución más idónea. El legislador debería animarse a debatir en la mesa de diálogo social todas las oportunidades de modernización del conjunto de normas que regulan el Derecho Laboral.

10. ¿Qué desafíos tiene todavía por delante el Derecho Laboral?

Son muchos y diversos. Es lo maravilloso del derecho laboral y lo que lo hace singular. Va ligado al devenir de los trabajadores y de las empresas, empresarios y emprendedores. A modo de un matrimonio de intereses recíprocos que, por el bien común, debe lograr entenderse y aceptar las unas reglas de juego equilibradas.

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