La colisión y electrocución de aves en líneas eléctricas de alta tensión es una grave problemática que ha sido objeto de preocupación durante los últimos años, comprobándose que el grado de aplicación de la norma es deficiente. Las electrocuciones y colisiones siguen siendo las causas más frecuentes de mortalidad no natural de avifauna en España, así como una de las principales amenazas para las especies protegidas. Tanto la Fiscalía General del Estado en sus memorias anuales, como el Defensor del Pueblo en su último informe, han destacado la enorme gravedad de este problema y la necesidad de reducir las intolerables cifras de mortandad de especies protegidas.
El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico plantea ahora la modificación del Real Decreto que regula esta cuestión, en un trámite de consulta pública en el que INTERcids ha manifestado su apoyo a la actualización de esta norma, basándose en la experiencia acumulada, los problemas identificados para su efectiva aplicación y la adaptación a las Mejores Técnicas Disponibles.
En este sentido, en línea con el criterio de expertos en la materia, se insiste en la importancia de esclarecer el régimen de financiación de la adaptación de las líneas eléctricas de alta tensión. También se señala la importancia de aclarar el régimen de responsabilidad ambiental de los operadores y actividades económicas implicadas, eliminando las exclusiones que amparan la existencia de tendidos defectuosos y peligrosos, y reforzando las funciones de inspección y control.
Otras infraestructuras humanas que son también trampas mortales
Pero la colisión y electrocución con tendidos eléctricos no es la única problemática que preocupa a expertos y operadores relacionados con esta materia. Por ello INTERcids ha apuntado también la necesidad de abordar, a través de esta u otras normas de igual rango, problemáticas relacionadas con la protección de animales silvestres frente a los daños que pueden sufrir por motivo de otro tipo de infraestructuras humanas.
Así, por un lado, las derivadas de aerogeneradores, cristaleras u otras superficies similares en edificaciones, vallados, etc., que también se han venido revelando como preocupante causa de mortandad de aves. Por otro lado, se encuentra el problema de los animales que quedan atrapados o se ahogan en balsas de riego, canales o similares, con especial atención a aquellos puntos en los que este tipo de infraestructuras se encuentran en pasos de fauna en el medio natural.
Los animales como seres sintientes
INTERcids resalta que, además de la conservación de especies dirigida a evitar su extinción, en el contexto científico, social y jurídico actual cualquier normativa desarrollada debe integrar al mismo tiempo la consideración de los animales como seres físicos individualizados y con capacidad de sentir, cuya protección tiene como finalidad, también, evitar su sufrimiento.
"La atención jurídica que deben recibir los animales que mueren por electrocución y colisión, o por otro tipo de daños provocados por infraestructuras humanas, obedece de igual modo a la necesidad de adecuar estas normas a la evolución del ordenamiento jurídico, en el sentido de profundizar en la protección de los animales silvestres individualmente considerados como seres sintientes" señalan desde el colectivo de operadores jurídicos.
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