En otras palabras, el deepfake es un montaje, un engaño, una falsedad. Desde el punto de vista técnico, montan la cata de la víctima sobre un video, y mediante procesos tecnológicos, hacen que gesticule como la persona. Cuando decimos “gesticular” nos referimos a los gestos faciales, más que todo. El lenguaje corporal puede quedar igual, ya que a los hackers solo les conviene usar la cara.
Está técnica no se limita a afectar a personas de escasos recursos. Al contrario, apunta directamente a los estratos más altos, incluyendo a personas famosas. Por el internet es posible encontrar videos de actores como Jim Carrey, en los que ponen su cara sobre otras personas. El resultado final es muy convincente, al punto que puede engañar a algunos incautos.
Con solo ver lo que pueden hacer con las personas más poderosas, uno tiene una idea de cómo pueden atacar a la gente normal. Razones que son preocupantes, puesto que la mayoría de los individuos no tienen los recursos para defenderse en casos de tecnología avanzada.
Sin embargo, si su actividad en línea se limita al entretenimiento, no tiene mucho de qué preocuparse. Tiene toda la libertad de visitar un casino online NetBet y participar por muchos premios.
Los que sí deben prestarle atención a las nuevas tecnologías de usurpación de identidad, son los que rinden declaraciones y emiten anuncios. En el siguiente artículo hacen un análisis a profundidad de los diferentes tipos de deepfakes. Con solo darle un vistazo, se observa que este tipo de montaje se ha extendido a muchos ámbitos.
La preocupación surge a la hora de pensar en el sinfín de cosas que pueden hacer con la cara de una persona. Recordemos que actualmente es muy fácil conseguir por internet fotos de la gente.
Tal vez en una imagen puedan hacer acercamientos y pasarla por programas especiales para saber si es un montaje o no. Pero en el caso de los videos, se necesitan acciones más complejas, como pausar cada cuadro y buscar inconsistencias entre el movimiento de la cara y el cuerpo.
Otra opción es contratar a una empresa especializada en este tipo de casos. No va a ser una compañía clásica, que esté acostumbrada a casos normales. Tiene que ser una organización que se haya adaptado a las amenazas modernas, como el deepfake.
Sin lugar a dudas, la delincuencia informática ha avanzado a pasos de gigante. Trayendo como consecuencia ataques personales contra algunas personas. Esto a su vez, requiere que los informáticos que actúan de buena fe, se actualicen y estén al tanto de las tendencias actuales, en materia de computación. El objetivo es que puedan asistir a las personas afectadas, en conjunto con los abogados.
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