El clima en el que se desenvuelve la economía mundial y especialmente la europea, es de una incertidumbre creciente, con riesgos globales e interiores cada vez más evidentes. Tensiones comerciales y geopolíticas innegables: Alemania en recesión, China al ralentí, Trump y su particular interpretación de las relaciones comerciales, el Banco Central Europeo agotando su arsenal monetario… Una buena noticia es la reorientación de la política italiana, en especial respecto a Bruselas.El clima en el que se desenvuelve la economía mundial y especialmente la europea, es de una incertidumbre creciente, con riesgos globales e interiores cada vez más evidentes. Tensiones comerciales y geopolíticas innegables: Alemania en recesión, China al ralentí, Trump y su particular interpretación de las relaciones comerciales, el Banco Central Europeo agotando su arsenal monetario… Una buena noticia es la reorientación de la política italiana, en especial respecto a Bruselas.
En España existe un factor que va a lastrar el desempeño de nuestra economía, que no es otro que la interinidad política, que ha provocado, entre otras cosas, la caída espectacular de la inversión extranjera. La propia inversión empresarial se resiente, por más que las condiciones financieras son muy buenas. Si la demanda interna se debilita, que puede hacerlo a no tardar mucho, el crecimiento bajará del 2 por ciento, con la espada de Damocles de un Brexit desastrosamente gestionado.
Galicia, que goza de estabilidad política, ha visto la desaceleración de su sector exterior, lo que es una mala noticia, después de un desempeño más que notable. El Brexit sin acuerdo incidirá en esa dinámica. Los responsables de la política económica se encuentran ante un enfriamiento evidente, por lo que, en la medida de sus posibilidades, han de evitar que se transforme en pulmonía.
A continuación, vamos a ver las opiniones de expertos del grupo Comeiro:
LUIS CARAMÉS VIÉITEZ, de la Real Academia Galega de Ciencias, presidente del Grupo Colmeiro
“Estamos en riesgo de recesión, a pesar de que la economía española y la gallega en particular, han resistido bien, con un crecimiento notable. Draghi ha sacado sus herramientas: bajada de la tasa de depósitos, relanzamiento del programa de compra de títulos y la promesa de no subir tipos, mientras el nivel de precios no remonte. Pero una vez más, y ya no sabemos cuántas van, se muestra enojado porque es la voz que clama en el desierto. ¿Dónde están las otras políticas? Mirando por el rabillo del ojo a Berlín, pide acción a aquellos Estados que poseen margen de maniobra presupuestaria. Me temo que en ese sentido predica en el desierto. La ausencia de un presupuesto europeo no facilita las cosas. La estabilidad política en España, con un gobierno responsable, es de la máxima urgencia”
MANUEL OCTAVIO DEL CAMPO VILLARES, profesor de la Universidad de A Coruña, miembro del Colmeiro
“El contexto no invita al optimismo. El aumento del proteccionismo y los vaivenes en el precio del petróleo, unido a la gran vulnerabilidad de la Unión Europea, con una Alemania en recesión, amplía el abanico de riesgos e incertidumbre sobre nuestra economía, tanto en términos de oferta como de demanda. Si a ello añadimos la particular situación política española, que paraliza la producción normativa (por ejemplo ayudas y otros asideros socioeconómicos), y el problema demográfico, sin alarmismos, hay que convenir en que se avecinan tiempos peores.”
ALMUDENA FERNÁNDEZ CARBALLAL, profesora dela Universidad de A Coruña, del Colmeiro
La profesora Fernández Carballal, gran experta en la problemática urbana y metropolitana, pone el acento precisamente en ese ámbito. “Si aceptamos, como es lógico y evidente, que las ciudades son los motores de la economía global, las crisis se gestan y repercuten en los sectores urbanos y en su población. En ellas vive la mayor parte de la gente. Es imprescindible conseguir ciudades inclusivas y entornos urbanos sostenibles, y así se podrá responder mejor a las recesiones, como la que puede ocurrir ahora. A los problemas que traen consigo las crisis también hay que hacerles frente desde el nivel local, con responsabilidad pública, diálogo social e intersectorial y participación, con las garantías que exige nuestro modelo de Estado. Hay un gran desconocimiento del espacio público como elemento de inclusión.” Las crisis han de ser enfrentadas también por los niveles locales de la Administración. La gobernanza macroeconómica tiene que complementarse con la gobernanza territorial. Muchos municipios urbanos sufren las consecuencias de las crisis y sus presupuestos no están en condiciones de llevar a cabo políticas sociales. Probablemente esta ralentización económica que se avecina no tendrá la virulencia de la crisis del 2008, pero en estos niveles de respuesta, está casi todo por hacer.
Es ésta una perspectiva novedosa, que llama la atención sobre las consecuencias que la crisis del 2008 tuvo sobre las poblaciones, muchas de las cuales sufrieron una fuerte precarización , cuando no exclusión, en los ámbitos de las ciudades. A estos aspectos, con un énfasis especial en los entornos urbanos, el Grupo Colmeiro dedicará algunas de sus actividades en este nuevo curso.
JAVIER RODRÍGUEZ SEIJO, economista, profesor de la UNED
Las perspectivas económica y financiera son de moderación generalizada del crecimiento del PIB y del comercio internacional.
Ante esta situación, prácticamente todos los bancos centrales, están reduciendo las tasas de interés para evitar la amenaza de recesión. En una semana, dos de los principales bancos centrales del mundo, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal, han procedido a rebajar sus tasas. El BCE recortó la facilidad de depósito desde el -0,40% hasta el -0,50%, y luego la Fed redujo los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta un rango del 1,75%-2%. Los rebajados tipos de interés servirán amortiguar el impacto de la ralentización, aunque sus efectos se verán limitados dadas la modesta posibilidad de las reducciones en las economías monetarias avanzadas.
Por eso, el Banco Central Europeo (BCE) insiste en solicitar medidas fiscales y reformas estructurales que refuercen sus actuaciones de política monetaria, coincidiendo en la propuesta la OCDE: “La política fiscal debería ayudar a elevar el crecimiento a corto plazo haciendo uso de los excepcionalmente bajos tipos de interés, especialmente a través de medidas de gasto como una mayor inversión en infraestructuras que eleve la demanda a corto plazo y beneficien el crecimiento a largo plazo”.
En España, con elevado grado de endeudamiento y dificultades presupuestarias, las medidas fiscales no podrán ser de magnitud significativa. Aun así, nuestro país crecerá del orden de un punto más que la zona euro apoyado en la demanda interna -nuestros hogares gastan más que los de otros países del entorno en detrimento del ahorro- y todavía buen comportamiento del sector turístico que inyecta recursos y permite seguir creando empleo aunque sea estacional.
Las turbulencias internacionales amenazan la capacidad de la economía española para mantener el buen ritmo en un final de año marcado también por la inestabilidad política nacional con la posibilidad de unas nuevas elecciones, puesto que junto al consumo interno y el turismo, los otros motores de la economía española son la obra pública, las exportaciones y la inversión empresarial, magnitudes éstas que se desenvuelven en un entorno poco favorable.
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