Ambas fundaciones han presentado en Madrid los resultados del Estudio, así como diversas iniciativas de concienciación y prevención en centros escolares y redes sociales.
Los casos de acoso escolar atendidos en el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes se incrementaron casi un 75% en el último año y se han cuadriplicado desde 2009, según el primer estudio que analiza el fenómeno del ‘bullying’ desde la perspectiva de los menores afectados, realizado por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña. Los datos, que constatan la magnitud del problema del acoso escolar en nuestro país, se han extraído del análisis de la base de datos de llamadas al Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes y al Teléfono ANAR del Adulto y la Familia, que atendieron en 2015 alrededor de 25.000 llamadas de niños y padres relacionadas con este problema. “Esta gran base de datos nos ha permitido estudiar el problema desde dentro, desde el punto de vista de aquellos que lo sufren”, ha destacado Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación ANAR.
“La información disponible demuestra que el problema del acoso escolar es cada vez más prevalente y hay que intervenir para atajarlo desde diferentes ámbitos de actuación. El patronato de la Fundación Mutua Madrileña, dentro de su ámbito de actuación en materia de acción social, aprobó el pasado año desarrollar una línea de trabajo dirigida a luchar contra el acoso escolar a través de acciones de concienciación del alumnado, apoyo al profesorado y estudio de este problema social”, ha señalado Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.
Según el análisis del testimonio de los chicos, recogido de manera sistemática por los psicólogos que atienden el Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes, el acoso escolar más habitual es la violencia psicológica y suele agravarse a la salida de las aulas a través de las nuevas tecnologías. Las redes sociales, y especialmente los grupos de WhatsApp creados específicamente para criticar e insultar, se han convertido, según los datos, en un nuevo instrumento para el ‘bullying’.
Perfil de la víctima
En cuanto al perfil de la víctima, la proporción de niños y niñas que dice sentirse acosado por sus compañeros es casi idéntica (49% en el caso de ellos vs. 51% en ellas) y la edad más habitual de padecer acoso son los 12 y 13 años, reduciéndose el número de casos después de esta edad. Un 44% de los casos de acoso entre iguales se prolonga más allá de un año y un 70% de los chicos que lo sufre lo padece diariamente.
Entre los motivos que lo desencadenan, los menores citan la marginación por ser diferentes, discapacidades, defectos físicos, ser poco abiertos o habilidosos en las relaciones sociales y no seguir las mismas tendencias o gustos de la mayoría.
Por otro lado, hay un 34% de los menores que reconoce no habérselo contado a sus padres y, entre los motivos para no hacerlo, citan el no preocuparles y el miedo a una reacción exagerada ante el colegio o a la reacción de los acosadores.
En general, los progenitores del niño acosado suelen sobre reaccionar, quieren denunciar y no aceptan medidas a medio plazo de los centros escolares, por lo que suelen optar por cambiar a los niños de colegio. Este cambio, sin dar margen a la solución del problema, puede hacer que, no obstante, la situación se repita en el nuevo centro, según las conclusiones extraídas.
Ambas fundaciones continúan trabajando en un análisis cualitativo de quién sufre y cómo sufre el acoso escolar, y cuyos resultados ayudarán a una mayor toma de conciencia del problema y favorecerá el diseño de programas específicos.
Campaña “No bullying. Acabar con el bullying comienza en ti”
El estudio del problema del acoso escolar es solo uno de los pilares de la colaboración entre las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR, que también ponen en marcha la campaña “No bullying. Acabar con el bullying comienza en ti” (www.acabemosconelbullying.com). Esta iniciativa se llevará a cabo en centros escolares de varias comunidades autónomas y fomentará el conocimiento y la prevención de este problema en las aulas.
A través de sesiones interactivas en grupo, los psicólogos tratarán de involucrar y conseguir el compromiso de niños y jóvenes contra el acoso escolar, apoyándose para ello en vídeos, juegos de rol, etc.
En estas sesiones se ayudará a los chavales a identificar conductas de malos tratos entre iguales, se ofrecerán alternativas que favorezcan la convivencia, se sensibilizará sobre las consecuencias del acoso escolar y del papel que desempeña el grupo y se explicará cómo afrontar una situación de acoso por parte de todos.
Además, se proporcionará al profesorado una guía con recursos específicos que faciliten la prevención del acoso. Este manual les orientará para seguir trabajando en el tema con los alumnos y a tomar decisiones cuando detecten un caso de ‘bullying’ entre los chavales. Estos recibirán, por su parte, información por escrito sobre qué hacer y dónde pedir ayuda en caso de que causen, sufran o presencien ‘bullying’.
La iniciativa en colegios irá reforzada por una campaña en redes sociales (#NoBullying), que hace hincapié en la figura del “espectador”; es decir, aquel chico o chica que con sus risas o con su silencio apoyan sin pretenderlo al acosador y se convierten en cómplices sin quererlo, facilitando que la situación perdure.
A través de los vídeos “El silencio” y “Tus risas”, se buscará transmitir a los chicos que presencian casos de acoso en su entorno que si no apoyan al acosado, con su silencio o sus risas están reafirmando al acosador.
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