Las subidas de los tipos de interés y la inflación está pasando factura a muchas familias españolas y llega un punto en que se complica hacer frente a los pagos. En especial, a las deudas, hipotecas y tarjetas contratadas con los bancos. ¿Qué sucede si no puedes hacer frente a esta deuda del banco?
Y, si además descubres que tienes una tarjeta revolving. ¿Se puede dejar de pagar si inicias o vas a iniciar una reclamación? Sigue leyendo y te lo contamos:
No hago frente a los pagos pendientes con el banco, ¿qué me puede pasar?
Las consecuencias van a depender de la duración del retraso y de la deuda acumulada. Entendemos que nadie deja de pagar su deuda con el banco por voluntad propia sino movido por la necesidad.
Si se trata de una deuda que se limita a dejar de pagar unos un par de meses, el banco aplicará lo que se conoce como intereses de demora y se va acumulando a la deuda inicial. Si se acumulan sucesivos meses de impago, la deuda irá en aumento. La cantidad que vayan a aplicar tiene que venir especificada en el contrato que se haya firmado con el banco.
Si el impago se alarga durante más tiempo, la entidad puede proceder a una reclamación judicial cuya consecuencia será (si no se asume el pago de la deuda tras la reclamación) el embargo de los bienes presentes y futuros. Aquí también se incluiría los avalistas si los hubiera, ya que deberán hacer frente a la deuda que es el compromiso que adquirieron al convertirse en avalistas.
Añadir que a estas consecuencias, se une la posibilidad de incluir a la persona que no paga en las listas de morosos, lo que supone un gran obstáculo para poder acceder a nueva financiación.
Y, ¿puedes dejar de pagar una tarjeta revolving?
Aunque recientemente el Tribunal Supremo en su sentencia 258/2023 de 15 de febrero 2023, ha especificado qué se debe entender por “interés notablemente superior” para que una tarjeta revolving se pueda considerar como usuraria, esto no impide que puedas reclamar la nulidad de determinadas cláusulas del contrato por falta de transparencia.
Mucha gente, cuando se da cuenta de que disponen de una tarjeta revolving, mientras decide si inicia una reclamación al respecto o no, deciden directamente dejar de pagar dicha tarjeta porque su situación económica no se lo permite o porque directamente no quieren. Pero que puedas dejar de pagar esa tarjeta revolving no significa que no esté exento de consecuencias.
Posibles consecuencias de dejar de pagar tu tarjeta revolving
Si dejas de pagar tu tarjeta revolving antes de la resolución de tu reclamación, a parte de tener que soportar las múltiples llamadas de tu entidad bancaria, es muy probable que también se produzcan algunas de las siguientes situaciones:
>Te incluyan en la lista de morosos: cuando haya constancia de una deuda cierta, vencida y exigible de tu tarjeta, la entidad puede incluirte en su lista de morosos. El problema con esto es que aparezca una “mancha” en el historial crediticio que pueda impedirte obtener nuevas tarjetas o créditos.
>Aumenten más aún los intereses de la tarjeta: y esto sería muy contraproducente porque si siguen aumentando los intereses, también lo hace la deuda.
>Bloqueo de la tarjeta: lo que impide su uso
>Inicien acciones judiciales contra ti: esto no sólo acarrearía perder la cuenta con esa entidad bancaria sino también tener que cumplir lo que el juzgado estime.
Y si ya he reclamado, ¿puedo dejar de pagarlo?
También está el supuesto de que hayas iniciado tu reclamación de tarjetas revolving y se haya comunicado al banco que quieres anular el contrato que tienes con ellos. Entonces, podrías pensar que como ya has iniciado el procedimiento legal, estás exento de responsabilidades. Y ciertamente mucha gente que tiene problemas económicos deja de pagarlo, pero aunque pueda ser algo más entendible, no es la mejor opción.
Lo ideal es que continúes pagando todas tus cuotas si te lo puedes permitir, porque al finalizar tu reclamación con un resultado favorable, la entidad te tendrá que devolver todo lo que hayas pagado de más.