El Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado hoy a cuatro meses de prisión y 120 euros de multa por desobediencia a la autoridad y amenazas a un vecino de la capital grancanaria que desobedeció la orden de confinamiento por el coronavirus y amenazó con cortarle el cuello al empleado de la gasolinera que le atendía.
En sentencia derivada de juicio rápido de conformidad, el órgano judicial en funciones de guardia declara probado que sobre las 00.50 horas de ayer, martes 24 de marzo, el acusado, cuando se encontraba en una gasolinera de la capital grancanaria, con la intención de causar miedo en el responsable de la misma “le dijo, te voy a cortar el cuello, al tiempo que, con idéntica intención, escupí en la mampara del establecimiento a través de la cual estaba siendo atendido”.
Posteriormente acudieron al establecimiento agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Llamaron al orden al acusado, expone la sentencia, diciéndole que parase en su actitud y que volviera a su domicilio en cumplimiento de la orden de confinamiento.
“Lejos de seguir las indicaciones”, detalla, “el acusado se mostró hostil en todo momento, negándose a acatar cualquiera de las indicaciones que le dieron, por lo que tuvo que ser acordada su detención”.
El acusado confesó los hechos y mostró su conformidad para beneficiarse de una rebaja en la condena. La resolución judicial, que se adjunta, es firme.
Además de las condenas penales, la sentencia impone al acusado una orden de alejamiento tanto de la víctima como de la gasolinera.
La condena sólo se cumplirá si en el plazo de dos años el acusado vuelve a delinquir, ya que carece de antecedentes penales.
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