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Burgos, 09 nov (EFE).- La Audiencia provincial de Burgos ha condenado a siete años de prisión a un hombre por abusar sexualmente durante siete años de una compañera del supermercado en el que ambos trabajaban, en la capital burgalesa, y a seis meses más de cárcel por un delito contra la integridad moral, por las humillaciones sufridas

La sentencia, del pasado 13 de septiembre, recoge igualmente la pena de cinco años de libertad vigilada para el condenado, así como la prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella durante dieciséis años, e impone una indemnización por daño moral y psicológico de 30.000 euros, a pagar por el supermercado y su aseguradora.

La resolución de la Audiencia de Burgos da como hechos probados que la víctima sufrió una situación abuso sexual continuado entre 2012 y 2019, que se completó con una humillación constante y acoso durante un periodo de baja médica de la mujer.

El delito de abuso sexual ya no existe en el Código Penal a partir de la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí, pero se le ha aplicado el código vigente cuando cometió los hechos, que ahora habrían sido calificados como agresión sexual.

Los abusos se iniciaron en 2012, cuando el hombre entró a trabajar en un supermercado de la calle Calzadas de la capital burgalesa, en concreto, en la sección de carnicería, donde ya trabajaba la víctima; ambos tenían la misma categoría profesional y, aunque él era el titular, no existía ninguna jerarquía entre ellos, apunta la sentencia.

El condenado aprovechaba momentos en los que la mujer estaba sola, y en zonas no visibles de la tienda como la cámara de la carnicería, los almacenes, el obrador o los vestuarios femeninos, para realizarle todo tipo de tocamientos sin su consentimiento, y pese a que ella le pedía de manera insistente que cesase.

La sentencia recoge que la víctima no contó en ningún momento, ni a compañeros, superiores, amigos o familiares lo que estaba ocurriendo por miedo y vergüenza, y soportó comentarios humillantes durante los siete años.

Además, en un periodo que estuvo de baja médica entre 2018 y 2019, el hombre estuvo enviándole de manera constate mensajes y, en una ocasión, la agredió en su domicilio.

Finalmente, la víctima denunció ante recursos humanos la situación en 2019, lo que desembocó en la apertura de expediente y despido del ahora condenado, y en febrero de 2020 interpuso denuncia ante la Policía Nacional, que acabó con el juicio oral celebrado en la Audiencia de Burgos el pasado junio y la sentencia de condena hecha pública este jueves.




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