Hace tiempo me gustó mucho el texto de Victoria Ortega, Presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, quién escribió sobre la “Comunicación y Marketing, un reto y una necesidad” en www.abogacia.es , y que hoy viene a ser una realidad con la que estoy de acuerdo y que aprovecho para citar y recordar a otros juristas que me leen, y a cualquier otra persona, que seguro valora los principios de comunicación y relación comercial que aquí se refieren:
Citando a Victoria Ortega:
« Hace unos años, no tantos, para la práctica totalidad de despachos de abogados –ya fueran pequeños, medianos e incluso grandes y especializados o generalistas- eran impensables algunas formas de dar a conocer el trabajo del bufete más allá del “boca a boca” o el “boca oreja” que hacían los clientes satisfechos con el asesoramiento recibido.
Términos como marketing jurídico, estrategia de marca o identidad digital eran completos desconocidos para los despachos. Hoy las cosas han cambiado. O están cambiando. La irrupción de las nuevas tecnologías –ya no tan nuevas- ha modificado la forma de trabajar en todos los ámbitos.
Por supuesto la abogacía ni podía ni debía, ser una excepción. Hoy son muchos los despachos, de todos los tamaños y tipologías, que realizan distintos tipos de acciones para darse a conocer y difundir su labor. Desde la comunicación a la publicidad desde los eventos a los patrocinios o las acciones de responsabilidad social corporativa, desde las webs corporativas a los blogs, desde la presencia activa en los medios a las redes sociales… todo son distintas formas de hacer comunicación y marketing para llevar la actividad de los despachos allí donde puede haber una oportunidad de negocio, una mejora de nuestra marca y de nuestra reputación o una divulgación del conocimiento jurídico que acaba atrayendo nuevos clientes y fidelizando a los que tenemos.
Pero también hacemos comunicación y marketing con otros elementos que parecen menos importantes, pero que indican mucho de nuestro despacho, de la concepción de nuestro trabajo. Y eso se ve, por ejemplo, en la elección del nombre profesional, en el diseño de las tarjetas de visita, en la decoración del despacho, en la sala de visitas, en la manera de recibir a nuestros clientes…
Cuando un estudiante de Derecho inicia su carrera casi nadie le cuenta cómo va a ser su trabajo del día a día. En la carrera aprenden leyes que es lo más importante, sí-, pero, casi siempre, cuando la terminan, una de las carencias más importantes que padecen es que nadie les ha explicado que van a necesitar conocimientos y herramientas de comunicación que serán importantes no sólo en los juicios, sino en la vida diaria; que van a tener que salir a la calle y a las redes a buscar los clientes; que, pese a que las nuevas generaciones ya han integrado lo digital en su vida diaria, van a usar una serie de herramientas tecnológicas que no conocen; que Comunicación y Marketing, un reto y una necesidad.
Todo eso les va a permitir diferenciarse del resto de competidores y posicionarse en el sector, destacando los valores de la firma. Todo ello sin olvidar que el mayor activo de un despacho es su capital humano, que las nuevas tecnologías deben utilizarse de una forma correcta y que, en ningún caso, éstas pueden sustituir al contacto directo con el cliente, que es un elemento fundamental en el sector jurídico. »
Conclusiones
Hoy en día todo influye, desde “el saber” hasta “la forma de trabajar”. Hay personas muy buenas sobre el “papel”, pero que se olvidan de mejorar en su trato interpersonal o “cara a cara”, lo cuál es tan importante como lo primero. De hecho, no me imagino un Abogado que sea muy bueno defendiendo un caso, pero que luego no haya sido capaz de explicar con claridad a su cliente la forma en la que iba a proceder con el caso, o cómo se iba a solucionar el problema, etc. No concibo un Abogado que en los próximos 2-5 años no sea conocedor y controlador de todas sus actividades de marketing o contacto directo con el cliente, y es que, conforme la Inteligencia Artificial y tecnología de la información avance, más valor tendrá la buena atención y contacto directo entre las personas.
Es importante seguir formándose en Derecho, pero también hacerlo en Gestión del negocio (o despacho), y en Nuevas Tecnologías. Parece difícil aprender en Nuevas Tecnologías, o Internet, porque realmente es un trabajo autodidacta que obliga a la persona a poner el 100% de su empeño y dedicación en lo que quiere aprender. Pero no es imposible, y tampoco es tan difícil o aburrido, todo en el mundo puede empezarse con una búsqueda en Google, y a partir de ahí, “investigar e investigar”, y “leer y leer”. Ejemplo de ello es la gran mayoría de personas que me leen, quienes me han encontrado a través de búsquedas en Internet.
Trabaja tus puntos fuertes, y en la misma medida, sé capaz de comunicarlo a los demás.