Carpeta de justicia

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Que los robots y la inteligencia artificial van a terminar superando a los Abogados es totalmente esperable, evidente y cuestión de tiempo.

Más de uno pensará “menuda locura“, pero también lo fue decir que una máquina jamás ganaría a uno de los mejores jugadores de ajedrez de la historia, y sin embargo así sucedió en 1997 cuando el campeón mundial Gary Kasparov perdió contra un ordenador de IBM, Deep Blue, cuyo resultado atribuyeron a una cuestión de fuerza bruta de cálculo, de una mayor capacidad para el cálculo de escenarios combinatorios.

También en el año 2016 el mejor jugador del mundo en el juego de mesa “Go”, Lee Sedol, llegaba al Four Seasons Hotel de Seúl para jugar contra el primer ordenador que presumía de ganar a un humano en el juego de mesa más complejo y estudiado del mundo. Entonces fue cuando el 18 veces campeón del mundo perdió contra el software llamado “AlphaGo”, y así cambió la historia de esta disciplina.

En 2016 también, el primer despacho de abogados, en Norteamérica (como no), fichaba a “Ross”, el robot de IBM definido como “el primer abogado artificalmente inteligente del mundo”, aunque en verdad el trabajo que hacía era el de “paralegal”, ya que con describirle un caso es capaz de revisar toda la jurisprudencia para localizar los precedentes más relevantes. Ojo a este software de Inteligencia Artificial para el mundo jurídico, pues ya es capaz de leer y comprender el lenguaje, postular hipótesis cuando le hacen preguntas, investigar y generar respuestas, fundamentar decisiones que respalden sus conclusiones y muchas más predicciones procesales.

En mi opinión ya hemos superado la barrera del miedo

Es decir, si nos daba miedo que un robot capaz de estar al día de las últimas sentencias fuera a ser posible, que una máquina usara su capacidad para recopilar las últimas decisiones y por supuesto, saber qué sentencias nos conviene usar y tener en cuenta para cada caso del despacho, si eso imponía respeto, que sepan que ya existe! Lo que nos asustaba ya ha sucedido y ahora no es más que un sistema de inteligencia artificial que se supera a si mismo día a día. Él aprende, igual que el pasante de tu despacho…

Qué tardarán las máquinas en predecir jurisprudencia española, decisiones de jueces y decidir qué estrategias procesales o qué párrafos escribir en una demanda dependiendo del abogado que tengamos delante, del perito, del fiscal… Y si vamos un paso más y resulta que la máquina acaba estudiándose la guía colegial, conociendo las horas de trabajo en el despacho que dedican nuestros contrarios, a evaluar los recursos y los miembros de que dispone cada firma de abogados, es decir, a evaluar cada detalle que puede influenciar en el resultado de nuestros asuntos.

Va a suceder… Pero igual que tenía que suceder que algún día llegáramos a ser capaces de estudiar los movimientos y comportamiento de los usuarios cuando navegan por Internet, que sepamos cuánto tiempo dedican a leer en nuestra web, qué digo, si hasta se sabe cuáles son las partes de la pantalla que un usuario visualiza más cuando está delante de un ordenador.

Todo esto nos lleva al cambio generacional, a los súper abogados, esos muy distintos de costumbres a los “artesanos” de despacho

Sinceramente, si nos preguntamos qué diferencia sobre el papel de una demanda o un recurso al Abogado junior del Senior, podríamos decir: la experiencia, la sutileza, el dominio de jurisprudencia, el conocimiento de normativa, esa norma o voto particular de una sentencia que nos dan el toque de azúcar… Pues ahora imaginemos que la máquina que antes refería, el tal “Ross” es tan útil como complejo de usar, pero que sólo los jóvenes abogados, y entre estos, sólo los más avanzados saben sacarle el máximo partido, saben usar ese conocimiento ilimitado para preparar los escritos ganadores… (cómo cambia el escenario verdad???). Pues si me permiten, creo que va a suceder así, que igual que empiezan todos los cambios tecnológicos, empezarán los más hábiles con el uso de la inteligencia artificial, que luego esta se volverá más fácil de usar o simplemente será tan lista que sabrá interactuar con los más clásicos, y que al final será como el iphone (un smartphone intuitivo al lado de un android con mil opciones configurables).

¿Cuál será el papel del abogado junior en los próximos 5 años?¿Aguantarán tantos años los veteranos en la mesa del despacho?

Unos piensan que la ventaja competitiva del mañana serán los idiomas… No nos engañemos,no lo serán, habrá dispositivos que traduzcan y doblen la voz en vivo, será una pérdida de tiempo aprender más de 2 idiomas si no son maternos.

El dominio de las ventajas que ofrece la tecnología será, exponencialmente, el mejor aliado del abogado

El que sepa como llegar al último nivel del “arcade” que le pongan delante, que sepa aprender a usar la inteligencia artificial sin prejuicios o “racismo”, será el que entre en la nueva liga de súper abogados que se está cociendo.

Lo dicho, reflexiones de un joven adicto a la ciencia ficción, o a la realidad del 2018.




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