Por María José Cámara La abogada Laura de Jesús Sen es presidenta de la Agrupación de la Abogacía Joven de Valladolid y, desde el pasado 15 de diciembre, forma parte de la ejecutiva de la Confederación Española de la Abogacía Joven (CEAJ), donde desarrolla el cargo de secretaria de esta organización que representa a más de 50.000 profesionales en toda España.
- ¿Cuáles son los principales retos que asume en su nueva etapa en el CEAJ?
La abogacía es una profesión dinámica, de constante adaptación a los cambios jurisprudenciales y normativos que se producen, y tremendamente solitaria. Por esto, uno de los objetivos de CEAJ es ayudar a que el inicio de la profesión sea menos duro, mediante la suscripción de convenios que nos ayuden a la adquisición de distintos materiales que son necesarios para nuestro ejercicio diario, así como apostando por la formación continua. Para ello queremos dotar a nuestra web de un Aula Virtual que permita subir información relevante, enlaces de ponencias realizadas por las distintas agrupaciones en sus respectivos Colegios y realizar vídeos formativos de derecho procesal en las distintas jurisdicciones.
Asimismo queremos trasladar y llevar a efecto las inquietudes y reivindicaciones del colectivo joven, con el fin de posicionar a la abogacía joven en el lugar que se merece dentro de las instituciones.
- ¿Con qué retos se encuentran los jóvenes abogados y abogadas tras colegiarse?
Uno de los mayores problemas en los inicios de la profesión es la figura del ‘falso autónomo’, tan extendida, desgraciadamente, en nuestra profesión. Una encuesta realizada a través del Observatorio de la Abogacía Joven de CEAJ, puso de relieve que casi la mitad de los jóvenes abogados trabajan por cuenta ajena pero mediante una relación mercantil con el despacho profesional para el que trabajan.
Desde CEAJ estamos trabajando, junto con el Consejo General de la Abogacía Española, para erradicar esta figura, a través de la modificación del Real Decreto que regula la relación laboral especial de nuestro colectivo.
- ¿Cómo definiría la presencia de la mujer en el sector jurídico? ¿Cuáles son las principales desigualdades que existen?
En el sector legal, las mujeres cada vez desarrollan más funciones que, hasta hace no demasiado tiempo, eran casi coto privado de los hombres. Sin embargo, y pese a que hemos andado un largo camino, aún queda mucho por recorrer.
Fueron muy esclarecedores los resultados del estudio realizado, a finales de 2017, por Metroscopia a instancias del Consejo General de la Abogacía Española, sobre “Igualdad de Género en la Abogacía”, que ponían de manifiesto la desigualdad que existe en nuestro sector, pese a que a veces se quiera negar la evidencia.
Considero que la igualdad entre hombre y mujeres debe ser un objetivo prioritario de la Abogacía, y que los colegios profesionales deberían propiciar y primar esa igualdad de género entre sus colegiados y colegiadas, lo cual incluye, por ejemplo, apostar por un lenguaje inclusivo.
Las principales desigualdades siguen siendo la brecha salarial, la conciliación de la vida familiar y laboral -que se acrecienta aún más si se desempeñan funciones representativas dentro de la Abogacía institucional-, los famosos “techos de cristal” para el desempeño de altos cargos, así como el trato diferente y discriminatorio que, en ocasiones, sufrimos las abogadas por parte de clientes, de compañeros, o de otros operadores.
- ¿Las jóvenes abogadas tienen mayores dificultades a la hora de incorporarse al mundo laboral que sus compañeros varones?
Más que dificultades a la hora de incorporarse al mundo laboral, que las hay, yo hablaría de que el nivel de exigencia que se requiere a un abogado o a una abogada novel no es el mismo. Esta última se ve obligada no solo a lidiar con que se la confunda con la secretaria del despacho -confusión que hemos sufrido la mayor parte de las abogadas jóvenes- sino que tendrá que demostrar que posee los conocimientos y aptitudes precisos para realizar el encargo o trabajo solicitado y que está igual preparada que un abogado de su misma edad. Por lo que conozco, la mayor parte de las abogadas jóvenes hemos sufrido algún tipo de discriminación por el mero hecho de ser mujer.
- Usted está al frente de la Agrupación de la Abogacía Joven de Valladolid, ¿resulta más complicado ejercer la profesión en una provincia que en ciudades como Madrid o Barcelona?
Primeramente habría que matizar que la manera de ejercer nuestra profesión cambia, indudablemente, de hacerlo en una ciudad a otra, por múltiples factores externos como pueden ser el índice demográfico, la actividad económica de la ciudad, o el índice de delincuencia.
Valladolid es una ciudad de un tamaño medio donde la mayor parte de los despachos profesionales son pequeños, lo que conlleva a que la mayoría de los letrados y letradas seamos generalistas, lo que nos permite tener un trato más directo y cercano con el cliente. Sin embargo, ciudades más grandes, como pueden ser Madrid y Barcelona, destacan por contar con grandes despachos multidisciplinares, en los que quizás esa cercanía con el cliente no sea tan fácil de conseguir.
- “Fuimos presente, somos futuro” es lema del XII Congreso Nacional de la Abogacía que se celebrará en Valladolid del 9 al 11 de mayo de 2019, ¿resume la evolución de la Abogacía?
Creo que el eslogan utilizado para el XII Congreso Nacional de la Abogacía representa perfectamente ese dinamismo que caracteriza nuestra profesión. La abogacía no solo exige una formación permanente y un constante reciclaje tanto legislativo como jurisprudencial, sino que también implica que nuestros despachos profesionales deban adaptarse al cambio digital que está viviendo la sociedad. Resulta evidente como la aparición de las herramientas digitales ha conllevado a que nuestra profesión se haya visto envuelta en un cambio drástico en todas sus vertientes, desde la manera de presentación de los escritos, el expediente digital, como la manera de relacionarnos con los clientes.
- ¿Cuáles son los desafíos tecnológicos a los que se expone la profesión? ¿Qué papel juegan los jóvenes abogados y abogadas?
La inclusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en todos los ámbitos de nuestra vida implica que los profesionales debemos prepararnos para coexistir con la tecnología de manera armoniosa y no ir un paso por detrás de ella. Sin embargo, me gustaría incidir en el hecho de que los poderes públicos no nos pueden imponer una justicia digital sin dotar previamente a la Justicia de los medios necesarios para ello.
Creo que a los más jóvenes les puede costar menos esfuerzo, en comparación con los compañeros y compañeras más veteranos, el tener que incorporar, a su ejercicio diario, las herramientas tecnológicas que se están implantando.
- ¿Qué impacto tiene para los jóvenes graduados/as en Derecho, las nuevas exigencias para poder ejercer la profesión?
CEAJ ha sido siempre muy crítica con la regulación del acceso a la profesión y con el Master de Acceso a la Abogacía en cuánto a su formato, metodología, programa, temario y utilidad práctica. Entendemos que el formato establecido por el Ministerio no es el más adecuado para promover una formación eminentemente práctica y que sea útil para iniciarse en una profesión como la nuestra, convirtiéndose más bien en un filtro económico.
- ¿Cómo valora las dilaciones en la convocatoria del examen estatal para el ejercicio de la Abogacía?
La celebración de la prueba de acceso a la profesión debería haber tenido lugar en este mes de febrero y, sin embargo, la misma ha sido convocada para el próximo 6 de abril. Además, a dicha dilación debe sumarse la notable disminución en el número de sedes donde se va a desarrollar la prueba. Todo ello perjudica, indudablemente, a todos los futuros compañeros y compañeras, pues, de manera totalmente injustificada, se les están poniendo, por parte del Ministerio de Justicia, aún más barreras para el acceso a la profesión y, por ende, a su incorporación al mercado laboral.
- ¿En qué medida los Colegios de Abogados deben amparar a los jóvenes que inician su andadura profesional?
Es indudable de que los letrados y letradas más jóvenes somos el futuro de la profesión, por ello resulta clave que todos los Colegios de Abogados estén abiertos a las sugerencias y/o reclamaciones que, desde el colectivo joven, se les pueda plantear, con el fin de aunar fuerzas y trabajar todos juntos en la misma dirección. Haciendo así una abogacía institucional más unida y con mayor peso de cara a las instituciones. Considero que la abogacía joven tiene mucho que aportar tanto a la profesión como a la sociedad.
CEAJ aglutina a las distintas agrupaciones y federaciones de abogados jóvenes que existen en los distintos Colegios de Abogados del territorio nacional, -lo que supone que representa a cerca de 50.000 profesionales de toda España-. Por ello el papel que ejerce cada agrupación o federación en su respectivo territorio es fundamental para la abogacía joven, pues CEAJ al final es la voz de todas ellas frente a las instituciones. Lo que pretendemos es potenciar la labor realizada por todos y cada uno de nosotros en los distintos puntos de la geografía española para hacer así una Abogacía Joven más fuerte y unida.
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