Acto emotivo, al que la plana mayor de personalidades jurídicas, encabezadas por el Ministro saliente de Justicia, Rafael Catalá y otros presidentes de instituciones y magistrados del CGPJ y Supremo no quisieron perderse. Ortega ensalzó la labor de Carnicer, con el que estuvo colaborando activamente en los últimos cinco años como Secretaria General en el Consejo y recordó que “ser abogado debe ser sinónimo de garantía, reconocimiento social, prestigio y excelencia”.
La nueva presidenta apuesta por la unidad de la abogacía “sin sectarismos, sino apoyada en la riqueza fruto de la diversidad. Somos la voz de todos los abogados en defensa de los derechos de todos los ciudadanos”. Y recordó que la abogacía debe ser independiente frente al poder, “lo ocupe quien lo ocupe”.
Carnicer: He luchado con todas mis fuerzas para no defraudar a la institución y los compañeros
Pocas veces un lugar tan de debate como el Ateneo madrileño ha tenido la concurrencia que, en este acto de la abogacía institucional, a lo largo de su historia. Un evento emotivo que sirvió para homenajear al saliente presidente, Carlos Carnicer, a quienes los asistentes le ofrecieron un caluroso aplauso de casi cinco minutos y conocer algo más de Victoria Ortega, nueva presidenta. Aunque ya circulan rumores de quienes serán parte de su equipo, será en un Pleno que se convoque en febrero cuando conoceremos a su staff del Consejo. Un staff que como nos decía en la entrevista que nos concedía sería cubierto por decanos consejeros.
Sobre el acto, señalar que empezó donde acabó el anterior Pleno. Las palabras de Carlos Carnicer recordaron que se reiniciaba dicho Pleno, con el único punto del día que la proclamación de Victoria Ortega como presidenta. En su turno de palabra, el hasta ayer presidente del CGAE desgranó parte de su historia como principal mandatario de la abogacía “Ha sido un regalo que he disfrutado mucho, y por el que he luchado con todas mis fuerzas y capacidades para no defraudar a la institución y los compañeros”, apuntaba. Otras palabras suyas fueron para agradecer a sus colaboradores más directos su apoyo en su gestión de casi quince años en el CGAE.
En otro momento de su alocución, Carnicer destacó como hitos relevantes alcanzados en su despacho, “la regulación, por fin, del acceso a la profesión; la eliminación de las tasas judiciales para las personas físicas o la modernización tecnológica de la abogacía”. También reconoció que se ha avanzado mucho en la defensa de los derechos humanos, con oficinas antidesahucios que ofrecen más justicia social y potenciado el asesoramiento a inmigrantes y potenciado la asistencia jurídica a la lacra de la violencia de género. Momento especial fue para los abogados del Turno de Oficio de quienes señalo que “exhiben una generosidad no suficientemente reconocida, personificando en muchas ocasiones, con una enorme dignidad, el vínculo cardinal de los ciudadanos con la justicia”, recordó.
Victoria Ortega, su sucesora
De su sucesora, Victoria Ortega, a la que colocó el collar de presidente antes de prometer su cargo, recordó que es una profesional con excelente formación académica y experiencia profesional que se potencia con una gran eficiencia en el trabajo “Tiene una enorme capacidad de diálogo y espíritu de sacrificio, a la vez que hace gala de gran firmeza, pero también ponderación”; subrayó Carnicer. Momento emotivo el del abrazo entre ambos juristas tras prometer el cargo Ortega de presidente del CGAE. Sus primeras palabras fueron para agradecer el trabajo de Carlos Carnicer “ejemplo de independencia, coherencia personal e intelectual, capacidad de diálogo, concepto de dignidad y cercanía personal”, y señalar algunos de sus hitos desde la modernización de la abogacía.
En su intervención recordó que asume la presidencia del CGAE con gran determinación e ilusión “Agradezco la herencia recibida y trataré de ser fiel a la historia y las personas que han ocupado este cargo antes que yo. Trataré hacerlo con el mismo esfuerzo y dignidad de mis antecesores, Eugeni y Carlos”; apuntó. Y recordó que hay que trabajar por una Abogacía mejor y más preparada con el papel fundamental que le corresponde y que le asigna la Constitución como es la Defensa de los derechos de todos”.
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