Teherán, 16 nov (EFE).- La abogada y defensora de derechos humanos iraní Nasrin Sotudeh fue puesta en libertad tras el pago de una fianza y a la espera del juicio por atender sin velo el funeral de la joven Armita Garavand, quien murió tras sufrir una supuesta agresión por no llevar puesto el hiyab en el metro de Teherán.

“Nasrin salió de prisión hace unas horas tras el pago de la fianza y antes de que se celebre el juicio”, informó a última hora de anoche Reza Khandan, marido de la activista, en la red social X (antes Twitter).

Khandan publicó también una foto de su mujer sonriente y sin velo junto con otras dos personas.

Nasrin fue detenida el 29 de octubre en el entierro de Garavand, quien murió tras sufrir una supuesta agresión por no llevar puesto el obligatorio velo islámico en el metro de Teherán, algo que las autoridades iraníes niegan.

La activista fue detenida por los cargos de no cubrirse el cabello con un velo y de actividades contra la seguridad mental de la sociedad, informó entonces la agencia Fars.

Su marido denunció que tanto su mujer como otras activistas fueron golpeadas durante el funeral, en el que estuvo presente un amplio número de efectivos de las fuerzas de seguridad.

La abogada, de 60 años, ha pasado largas temporadas entre rejas por cargos como "propaganda contra el régimen”, entre otras acusaciones, por defender a mujeres arrestadas por quitarse públicamente el velo y a opositores a la República Islámica de Irán.

En 2012, obtuvo el reconocimiento del premio Sájarov otorgado por Parlamento Europeo en 2012 por su labor en defensa de los derechos humanos.

El caso de Garavand es muy similar al de Mahsa Amini, quien murió el 16 de septiembre de 2022 tras ser detenida por no llevar bien puesto el veo.

Su muerte provocó fuertes protestas que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos, la detención de al menos 22.000 personas y en las que fueron ejecutados siete manifestantes, uno de ellos en público.