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  • La agredió repetidamente, la estranguló y la asfixió con una almohada cuando se encontraba aturdida por los golpes. La sentencia le impone una indemnización de 160.000 euros a favor del hijo de la fallecida

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a 20 años de prisión a un hombre que asesinó el 16 de julio de 2017 a su pareja, a la que agredió reiteradamente, estranguló y asfixió con una almohada cuando se hallaba aturdida por los golpes.

La sentencia, fechada el pasado 4 de marzo, recoge el veredicto emitido por un jurado popular e impone al condenado la obligación de indemnizar con 160.000 euros a un hijo menor de la víctima y con algo más de 95.000 euros en total al padre y tres hermanas de ella.

El crimen se produjo entre las 14 y las 15,30 horas del citado día en el domicilio familiar, en la ciudad de Valencia, cuando el hombre propinó múltiples golpes a su compañera sentimental en la cara, la cabeza y otras partes del cuerpo que le fracturaron varios huesos.

Después, aprovechando que había quedado aturdida por los golpes, se colocó encima de ella, le puso una rodilla sobre el tórax y la estranguló con sus propias manos hasta fracturarle la laringe. Finalmente, para asegurarse de que acababa con su vida, la asfixió con una almohada.

El asesino se marchó de la vivienda con el hijo de la víctima, que en ese momento tenía 9 años, a una hamburguesería próxima y le dejó allí comiendo para regresar de nuevo al domicilio y prender fuego a la habitación donde yacía la fallecida.

En el piso vivía otro inquilino que se despertó por los maullidos de un gato y
los golpes que daba la Policía al intentar echar la puerta abajo, por lo que pudo salir del inmueble a tiempo.

La magistrada de la Audiencia que dirigió este juicio con jurado ha impuesto al acusado 20 años de prisión como autor de un delito de asesinato con alevosía y agravante de parentesco “en atención a la gravedad y brutalidad del ataque” y al hecho de que lo cometió en la “intimidad del domicilio familiar”, lo que privó a la víctima de ser auxiliada.

En cambio, le absuelve del delito de incendio después de que fuera exculpado del mismo por el jurado, que no consideró probado que el asesino fuera consciente de que el inquilino con quien convivía la pareja se hallaba dentro de su habitación ni de que el edificio y los alrededores estaban habitados en esos momentos.




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