Carpeta de justicia

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No es lícito olvidar, no es lícito callar. Si nosotros callamos, ¿quién hablará? No por cierto los culpables y sus cómplices. Si faltase nuestro testimonio, en un futuro no lejano las proezas de la bestialidad nazi, por su propia enormidad, podrían quedar relegadas al mundo de las leyendas. Hablar, por tanto, es preciso”. (Primo Levi, escritor y superviviente de Auschwitz). La Asamblea General de las Naciones Unidas, el 1 de noviembre de 2005 y en la Resolución 60/71 declara el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Se conmemora que tal día, en 1945, se liberó el campo de concentración de Auschwitz por el Ejército Rojo. Honrar la memoria de las víctimas del nazismo es un deber que no puede limitar a lo que ocurrió hace más de 80 años, sino que debemos cumplir todos los días mientras se pueda pisotear los derechos humanos en cualquier lugar de la tierra.

El brutal ataque de Hamás contra Israel ha añadido más sufrimiento a una zona ya sobrada de luto y odios enquistados. La Franja de Gaza está bloqueada desde hace 15 años, con 2 millones de habitantes encerrados en un área de 40 por 11 kilómetros cuadrados. Y al igual que en ocasiones anteriores, estas personas llevan varios meses sufriendo la represalia de Israel, con bombardeos, asedio sin electricidad, alimentos ni combustible y una invasión terrestre. Esta no es la legítima defensa prevista en la Carta de Naciones Unidas, es una indiscriminada venganza que implica crímenes de guerra contrarios a las normas del Derecho Internacional Humanitario, que prohíben ataques indiscriminados contra la población civil. Su objetivo no son los terroristas, están castigando a un pueblo para recordarle su sitio

Y en cumplimiento de esta obligación moral (y jurídica), la República de Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una demanda de incoación de un procedimiento contra el Estado de Israel en relación con presuntas violaciones en la Franja de Gaza de las obligaciones contraídas en virtud de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, con solicitud de medidas cautelares. La reciente Resolución de la Corte (limitada ahora a la petición de medidas cautelares), ha sido interpretada por Israel como un éxito, ya que, a diferencia del asunto Ucrania contra Rusia la CIJ, no ha ordenado la suspensión de las operaciones militares. Pero no se debe olvidar que la CIJ ha rechazado la petición de Israel de que declinara su competencia, admite la legitimación de Sudáfrica, entiende que los palestinos son un grupo protegido en el sentido del artículo II de la Convención contra el Genocidio y que la operación militar de Israel ha provocado un gran número de muertos y heridos, así como la destrucción masiva de viviendas, el desplazamiento forzoso de la gran mayoría de la población y grandes daños a la infraestructura civil.

Además, la Corte toma nota de varias declaraciones de altos funcionarios israelíes. Cabe destacar las de Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, que había ordenado un «asedio completo» de la ciudad de Gaza y que no habría «electricidad, ni alimentos, ni combustible» y que «todo [estaba] cerrado». Al día siguiente, el ministro Gallant declaró, dirigiéndose a las tropas israelíes en la frontera de Gaza: «He liberado todas las restricciones […] Ustedes vieron contra lo que estamos luchando. Estamos luchando contra los animales humanos. Este es el ISIS de Gaza. Esto es contra lo que estamos luchando… Gaza no volverá a ser lo que era antes. No habrá Hamas. Eliminaremos todo. Si no tarda un día, tardará una semana, tardará semanas o incluso meses, llegaremos a todos los lugares». O las de Israel Katz, Ministro de Energía e Infraestructura de Israel, que declaró en X Twitter: «lucharemos contra la organización terrorista Hamas y la destruiremos. Se ordena a toda la población civil de [G]aza que se retire inmediatamente. Vamos a ganar. No recibirán ni una gota de agua ni una sola batería hasta que abandonen el mundo». Concluye la CIJ que puede estar afectado el derecho de los palestinos de Gaza a ser protegidos contra los actos de genocidio, adoptando varias medidas provisionales a cumplir por el Estado de Israel, dirigidas a evitar que sus fuerzas armadas cometan algunos de los actos recogidos en la resolución.

A principios de año firmé un manifiesto de 250 juristas, pidiendo al Gobierno de España, la intervención en el procedimiento iniciado por Sudáfrica contra Israel por genocidio. El Estatuto de la CJI permite a los Estados partes intervenir en el procedimiento cuando su interpretación es objeto del litigio, y así, en el caso Ucrania contra Rusia, todos los miembros de la Unión Europea, (salvo Hungría), solicitando intervenir. Ahora ninguno, por ahora. Sin embargo, España tiene plazo, ya que más allá del incidente de medidas cautelares, el procedimiento será largo, y podrá, como espero que haga, solicitar la intervención, y contribuir así al glorioso gesto de la República de Sudáfrica, que ha acusado a Israel por “el patrón de conducta genocida” “asesinatos en masa”, “desplazamientos forzosos” y “un lenguaje deshumanizador sistémico”, que demuestran sus actos, y omisiones, dirigidos a provocar el genocidio del pueblo palestino. Nunca han tenido más sentido las palabras del gran Nelson Mandela: “Sabemos muy bien que nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos.




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