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  • Frente a la austeridad de anteriores etapas, estas elecciones están marcadas por un consenso en la rebaja de impuestos 
  • Sin embargo, mientras PSOE y Sumar coinciden en la progresividad de los tributos, PP y Vox marcan una clara línea de homogeneización o armonización fiscal 
  • Andalucía y Madrid han sido el laboratorio del PP para las grandes medidas a aplicar durante la próxima legislatura si finalmente Núñez Feijóo llega a la Moncloa 

A pocos días para la celebración de las elecciones generales del 23-J, los programas de los principales partidos políticos que concurren a los comicios ya han sido publicados y el equipo de expertos fiscales de TaxDown, la plataforma líder en gestión de impuestos, ha analizado las claves que los candidatos de los cuatro partidos con representación en todo el territorio nacional han ido desgranando durante las últimas semanas y en estos últimos días. Unos datos que la start-up española ha recopilado en su web y puesto a disposición de los ciudadanos. Se trata de propuestas en fiscalidad con grandes diferencias pero, sorprendentemente, también numerosas coincidencias, y una tónica generalizada, relajar la presión fiscal sobre las rentas más bajas. 

IRPF: consenso en las bajadas en los tramos más bajos 

Uno de los pocos consensos entre PSOE, PP, Vox y Sumar pasa por el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF), un impuesto de obligado cumplimiento para el conjunto de la ciudadanía, y sobre el que las cuatro fuerzas políticas con representación a nivel estatal apuestan por una reducción, principalmente centrada en las personas con salarios más bajos. 

Esta es la postura que comparten PSOE y Sumar que, sin embargo, apuestan por la progresividad de la medida, es decir, incrementar este mismo impuesto a aquellas personas que tengan ingresos salariales más altos, con el objetivo de “obtener más recursos que vayan destinados a servicios públicos como Sanidad y Educación”. No obstante, los miembros de la actual coalición de Gobierno, difieren en otras medidas vinculadas al IRPF. Mientras que los socialistas abogan por mejorar incentivos fiscales a inversores particulares y business angels que inviertan en startups, la plataforma que dirige Yolanda Díaz quiere centrar estos incentivos en políticas verdes, como desgravar la adquisición de abonos de transporte público o la adquisición de electricidad 100% renovable. 

Por su parte, los dos partidos principales de la oposición, y potenciales socios en un hipotético segundo gobierno de coalición, apuestan por aplicar una reducción del IRPF en los tramos más bajos, en el caso del PP hasta los 40.000 euros, pero sin un incremento progresivo para las rentas más altas. En cuanto a desgravaciones e incentivos fiscales, el partido de Núñez Feijóo apuesta por apoyar el alquiler de los jóvenes, la adquisición de la primera vivienda o la rehabilitación energética, mientras que los de Abascal centran sus incentivos en las familias, especialmente las numerosas. 

Sucesiones, Patrimonio y Sociedades, la gran batalla fiscal 

La nueva legislatura, que previsiblemente abarcará el periodo 2023-2027, será una continuación de la batalla fiscal que han mantenido los dos principales bloques políticos durante los últimos cuatro años. PP y Vox apuestan por extender las bonificaciones que han ido aplicando en los diferentes Gobiernos autonómicos para dos impuestos clave en términos de recaudación pero también por el número de ciudadanos afectados: el impuesto de Sucesiones y el de Patrimonio. El objetivo del bloque conservador es continuar la estrategia de CCAA como Madrid o Andalucía, donde se han bonificado estos impuestos para “favorecer que determinadas rentas fijen su residencia” en estas regiones, y “tener más contribuyentes, más IRPF, e ingresar más”, tal y como señaló el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, durante la presentación de esta medida. 

Solo en 2022, el ministerio fiscal calculó que las aportaciones del impuesto sobre el Patrimonio alcanzarían los 1.287 millones de euros, recaudados en su práctica totalidad por las CCAA. Además de este impuesto, el PSOE ya aprobó a finales del año pasado un impuesto temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, que afectaría a rentas superiores a los 3 millones de euros durante los ejercicios de 2022 y 2023. Por su parte, la confluencia que dirige Yolanda Díaz apuesta por convertirlo en permanente y ampliar su capacidad recaudatoria estableciendo un mínimo exento de 700.000 euros que eleva el umbral mínimo a los 3,7 millones de riqueza neta.  

Aunque las diferencias también se extienden a otros impuestos como el de Sociedades, donde Yolanda Díaz apuesta por una reforma integral del impuesto para que las pequeñas y medianas empresas tributen a tipos más elevados que las grandes compañías, mientras que PP y Vox abogan por una reducción generalizada, que sitúe un tipo máximo único del 20% y bonificaciones para las PYMEs. 

Se trata quizás de las elecciones más importantes desde un punto fiscal en los últimos años. Durante mucho tiempo, los impuestos han sido un tema complejo y alejado de la agenda de los ciudadanos, pero cada vez somos más conscientes de su relevancia, cómo afectan a nuestra economía familiar y la capacidad que tenemos para gestionarlos de manera eficiente” afirma Enrique García Moreno, CEO y Co-Fundador de TaxDown, y añade que “es importante apostar por la educación financiera y acercar los impuestos a los ciudadanos, ya que son una herramienta fundamental para el funcionamiento de nuestras sociedades”. 

 




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