Entre las 22 Enmiendas que la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) está haciendo llegar a los Grupos Parlamentarios para enriquecer la Proposición de Ley de Reforma del Trabajo Autónomo presentada por el Grupo Ciudadanos y que se comenzará a debatir en el Congreso a partir del mes de febrero, dos de ellas tienen relación directa con la situación de las personas con discapacidad que ejercen una actividad por cuenta propia. Para formular estas enmiendas UPTA ha contado con la opinión del CERMI, máximo órgano de representación de las personas con minusvalía.
Por una parte UPTA propone que los trabajadores autónomos tengan el mismo tratamiento a efectos del IRPF que el resto de trabajadores discapacitados en activo que ya cuentan con un deducción en su impuesto de 3.500 euros o 7.750 cuando acreditan necesitar ayudas de terceras personas, estos descuentos están previstos para los trabajadores autónomos económicamente dependientes, pero no para el resto.
Por otra parte se propone que todas las ayudas previstas, y en particular las relacionadas con las bonificaciones de cuotas a la seguridad social, con las que cuentan las personas con discapacidad cuando se hacen autónomos se trasladen a los autónomos que sufran una discapacidad sobrevenida.
Además se indica que las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social deberán apoyar el emprendimiento entre los trabajadores con discapacidad sobrevenida para que puedan poner en marcha una actividad de autoempleo.
En la actualidad en España hay 35.300 trabajadores autónomos con discapacidad, aunque su número se ha visto reducido en los últimos años, por el escaso nivel de apoyo que este sistema de trabajo tiene entre las personas que sufren minusvalías.
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