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  • Alcanza los 426.744 fraudes informáticos en 2023, último ejercicio completo, lo que supone un 27% más que el año anterior y el triple que en 2018
  • La Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía concentran una de cada dos infracciones penales de este tipo en toda España
  • Aumentan en 16 de las 17 autonomías, con Andalucía (47,6%), Murcia (41,85%) y Comunidad Valenciana (40,6%) registrando los mayores incrementos interanuales
  • Por provincias, se registra un aumento en 48 de las 50 provincias, con Guadalajara (95,7%), Granada (92,5%) y Huelva (71,5%) encabezando la subida
  • María Dolores Pescador, presidenta ejecutiva de Grupo Logalty, apunta que “las organizaciones tienen el reto de optimizar la gestión y protección de sus datos y los de sus clientes, como vía para evitar el impacto de posibles ciberataques”

Grupo Logalty, compañía líder del sector Legaltech y Regtech, ha presentado hoy El fraude informático en España 2024, un análisis que pone de manifiesto el auge de la cibercriminalidad en nuestro país, donde al cierre del año pasado se contabilizaban una media de 1.169 fraudes informáticos al día, el triple que hace cinco años (374). Son casi 800 infracciones más, en cifras absolutas.

El estudio elaborado por Grupo Logalty, que está basado en fuentes públicas —estadísticas de criminalidad publicadas por el Ministerio del Interior— y en el expertise de la compañía en esta materia, analiza la evolución de este tipo de infracciones penales a nivel nacional, por comunidades autónomas y por provincias; y apunta los retos que tienen las organizaciones frente al incremento de la ciberdelincuencia, donde el robo de datos y la suplantación de la identidad son amenazas que demandan soluciones tecnológicas cada vez más sofisticadas.

España cerró 2023, el último ejercicio con estadísticas disponibles, con 426.744 fraudes informáticos. Esta cifra supone un 27% más que en 2022, cuando se produjeron 335.995; y el triple que en 2018, cuando hubo 136.656. Las autonomías que encabezaron este incremento fueron Andalucía (47,6%), Región de Murcia (41,8%) y Comunidad Valenciana (40,6%). La Rioja fue la única que experimentó un descenso (-5,3%).

Este tipo de cibercriminalidad se concentra en tres autonomías: Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía. Y es que las tres sumaron el 49% de los fraudes informáticos detectados el año pasado en España —uno de cada dos infracciones de este tipo—, que en cifras absolutas corresponde a 218.573 casos. Las tres contabilizaron una media de 599 fraudes al día. Más allá de las tres, también destaca el volumen de fraudes informáticos registrado en Comunidad Valenciana (40.835 casos), País Vasco (25.059 casos) y Castilla y León (22.642 casos).

A nivel provincial, también se detecta un crecimiento interanual generalizado de los fraudes informáticos, con la única excepción de Ourense (-13,6%) y La Rioja (-5,3%). Las provincias con mayor número de casos diarios son Madrid (198), Barcelona (145), Valencia (59) y Sevilla (47).

El reto de proteger la identidad y los datos de organizaciones y particulares

El análisis publicado por Grupo Logalty eleva la importancia de implantar tecnologías en el seno de las organizaciones ante la oleada de ciberataques contra grandes empresas de España en los últimos meses, así como los crecientes fraudes informáticos que surgen del robo y de la comercialización de datos de personas particulares.

María Dolores Pescador, presidenta ejecutiva de Grupo Logalty, ha indicado que “atravesamos un momento crítico en el que las empresas se enfrentan al desafío de optimizar la gestión y protección de sus datos y los de sus clientes. Es fundamental la implementación de tecnologías que eviten los posibles ciberataques y su consecuente robo de datos; así como la detección de cualquier intento de suplantación de identidad para obtener un beneficio fraudulento”.

Grupo Logalty destaca cinco claves principales para que las organizaciones puedan hacer frente al auge de este tipo de infracciones penales en España:

  • Incorporar tecnologías robustas orientadas a la protección de los datos y a la verificación de la identidad de las personas, para confirmar su validez en todo tipo de transacciones.
  • Estar al día e implementar de forma continua los últimos avances tecnológicos y las últimas actualizaciones para estar a salvo.
  • Desarrollar políticas de privacidad y auditorías regulares para asegurar el cumplimiento de la normativa vigente.  
  • Establecer protocolos de actuación claros y ágiles para responder con eficiencia a posibles incidentes.
  • Concienciar a los empleados en el seno de las organizaciones sobre la importancia de la prevención y de la gestión responsable de los datos corporativos internos.

“En los últimos tiempos, la evolución vertiginosa de la tecnología ha derivado en más posibilidades para que los cibercriminales cometan delitos”, añade María Dolores Pescador. “Los casos de robos de datos y falsificación de documentos de identidad como DNIs o pasaportes se han multiplicado recientemente, gracias a la Inteligencia Artificial, entre otras tecnologías. Solo con más tecnología las empresas pueden contrarrestar la efectividad de estas herramientas cada vez más sofisticadas para proteger y verificar la identidad de las personas”, concluye.




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