“La demora en el señalamiento de litigios que carecen de especial complejidad y suponen un significativo impacto en el recurrente pueden generar una dilación indebida contraria al derecho a la tutela judicial efectiva”, ha señalado el Constitucional.
El letrado sevillano que presentó el recurso, Daniel Sánchez Bernal, recibió con alegría el fallo del Constitucional: “Es un gran día para los justiciables que esperan juicios para tres o cuatro años. Hoy se hace historia”, afirma el abogado, que ha hecho de la lucha contra los juicios a dos y tres años vista una cuestión “casi personal” por la situación a la que los justiciables se enfrentan, sobre todo en el caso de despidos.
El TC ha tenido en cuenta ahora que el litigio carece de especial complejidad “pues se reclama una indemnización por la negativa de la Universidad a formalizar un contrato postdoctoral”. Y también que “tendrá un significativo impacto en la vida laboral del recurrente, quien puede quedar en situación de desempleo y sin ingresos económicos”.
Además que el “lapso temporal entre la presentación de la demanda y el señalamiento del juicio supera los tiempos medios de resolución de asuntos equivalentes en los Juzgados de lo Social de España (en 2021 se estimaba en 14,5 meses)”, señala el TC.
En junio de 2021 Sánchez Bernal presentó la demanda laboral en la que reclamaba a la universidad sevillana una indemnización por daños y perjuicios para su cliente por “incumplimiento de la formalización del contrato postdoctoral”. La demanda fue admitida por el juzgado, que fijó el acto de conciliación y el juicio, en caso de que las partes no llegaran a un acuerdo, para el 7 de noviembre de 2024, más de tres años después.
En agosto de 2021, el Juzgado de lo Social nº11 de Sevilla había adelantado ya al 1 de diciembre de 2022 el juicio. Ahora tendrá que reorganizar la agenda para fijar una vista lo antes posible, afirma el letrado: “Espero que no tarde mucho. Debe adelantar aún más la fecha”.
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