Acudió a Hereditas Donostia Lola, profundamente afectada por la reciente pérdida de su hermano Javier. A su dolor por la pérdida se sumaban antiguos asuntos sin resolver, en especial la herencia de su madre, Doña María José, divorciada de su único matrimonio y fallecida en 2013, cuya sucesión aún permanecía sin tramitar.

Lola y Javier no eran los únicos hijos legítimos del matrimonio de sus padres; también tenían una hermana menor, Amaia, quien fue acogida por un hermano paterno a principios de los años 70, cuando era muy pequeña. Aunque inicialmente mantuvieron contacto, un evento familiar marcó una ruptura: los parientes que acogían a Amaia se trasladaron al extranjero, primero a Inglaterra y, posteriormente, posiblemente a Francia. Cambiaron de número de teléfono y domicilio, cortando toda comunicación con la familia de origen, lo que impidió cualquier contacto futuro.

Con el fallecimiento de Javier, Lola decidió resolver la compleja situación jurídica de la herencia yacente de su madre, María José. Según la ley, sus tres hijos legítimos (Lola, Javier y Amaia) eran herederos por partes iguales. Además, la herencia de Javier, quien no dejó testamento, correspondía por sucesión intestada a sus dos hermanas.

Tras realizar las correspondientes averiguaciones, confirmamos que Amaia no había sido adoptada ni residía en España. Para proteger los intereses de Lola, iniciamos un procedimiento de Jurisdicción Voluntaria para declarar el fallecimiento de Amaia, ya que no había constancia alguna de su paradero o de que siguiera con vida. Este proceso incluyó solicitudes de cooperación a administraciones europeas, y tras la negativa de Inglaterra, localizaron a una persona, en Francia, que parecía tener los mismos apellidos que la hermana desaparecida. 

Tras unas semanas de espera, nuestra clienta Lola recibía por parte de nuestros abogados la mejor noticia posible: habíamos encontrado a su hermana; estaba sana y quería conocer su historia puesto que nunca antes sus padres de acogida habían hecho alusión a todo este asunto. 

Los padres de acogida de Amaia, tíos carnales desde un punto de vista genealógico, habían adoptado de manera simple a aquella de conformidad con la normativa francesa. Dicha adopción no desprende efectos legales en España y es por ello que no se había comunicado nunca a los progenitores ni se había inscrito en el Registro civil del lugar de nacimiento de Amaia. La adopción simple en España, es aquella que no implica una sustitución automática de los apellidos y, por el contrario, en Francia implica un cambio en los mismos. En nuestro ordenamiento jurídico, la adopción plena es aquella que tiene los mismos efectos que la filiación natural.

Finalmente, tras la vorágine emocional tras el reencuentro, la realidad jurídica instaba a las hermanas a declararse herederas tras la correspondiente Acta de Notoriedad de Declaración de Herederos Ab Intestato. En ella, se declaraban únicas herederas de María José y de Javier, sus dos hijas y hermanas, Lola y Amaia.

En el mismo acto, Amaia, decidió renunciar a la herencia de manera pura y simple, considerando que su hermana había sido quien se había encargado de cuidar y atender a la familia en su ausencia, y, sobre todo, como un gesto de cariño y gratitud hacia ella.

Este caso concluyó con Lola como única heredera, pudiendo disponer libremente del patrimonio familiar. Más allá de la resolución jurídica, este caso representó un reencuentro familiar inesperado que llenó de significado el proceso, superando con creces las expectativas de nuestra clienta.

En ocasiones, la solución planteada a nuestros clientes puede no ser la esperada por ellos, aún y así, agradeciendo su confianza en nosotros, la solución alcanzada superó con creces las expectativas de nuestra clienta dado que, han ido más allá del interés patrimonial.

En Hereditas, somos una firma de referencia nacional en derecho de sucesiones, dedicada a acompañarte y proteger tus intereses en los momentos más complejos, como el caso de Lola, quien confió en nosotros para resolver una herencia pendiente que había permanecido sin solución durante años.

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