Cada vez contamos con más medios para predecir el tiempo, pero nadie está exento de verse sorprendido por una tormenta eléctrica. De hecho, este fenómeno puede producir daños o incidencias de carácter eléctrico en viviendas particulares, oficinas, comercios o en industrias.

¿Qué daños puede ocasionar?

Los daños eléctricos en el hogar son una de las causas más frecuentes de siniestro en España.

• La tormenta eléctrica puede provocar una sobrecarga de la red eléctrica y, a consecuencia de la subida, estropear los aparatos eléctricos que en ese momento estén conectados a la red.
• También podría provocar incendios en el hogar.

Así que para asegurarse de que tu vivienda tiene la mejor protección posible lo recomendable sería contar con un seguro de hogar que se pueda hacer cargo de los daños ocasionados por la electricidad.

¿Qué cubre el seguro de hogar?

La abogada de ARAG, Luciana Torrents, explica que lo primero que debemos averiguar es qué tipo de póliza tenemos y saber qué coberturas incluye. Es muy importante conocer estos aspectos ya que no todo seguro de hogar cubre cualquier tipo de siniestro.

En el condicionado de la misma (condiciones generales y particulares) encontraremos qué tipo de siniestros quedan cubiertos y cuáles no.

• Responsabilidad Civil. Si los daños eléctricos que presenta nuestro hogar vienen directamente relacionados con la intervención de un tercero, la indemnización por los mismos se deberá reclamar frente a ellos por existir lo que se llama responsabilidad civil. Por ejemplo, si algún trabajador de la compañía eléctrica o vecino ha realizado tareas de mantenimiento y como consecuencia de su actuación se originan los daños. 

Los daños eléctricos sufridos en nuestra vivienda causados por una tormenta eléctrica quedarán cubiertos por nuestro seguro del hogar siempre y cuando el mismo esté incluido en el condicionado del contrato de seguro o la hayamos contratado previamente como cobertura adicional.

Por este motivo, añade Torrents, es muy importante conocer detalladamente el contenido de nuestra póliza de hogar para evitar sorpresas desagradables en el supuesto que nos veamos afectados por una tormenta y necesitemos la asistencia de la compañía de seguros.