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España es un país de micronegocios, con casi 3 millones de empresas, de las cuales el 99% son micropymes.
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Valio Consulting, que representa mayoritariamente a autónomos y pequeñas empresas, sostiene que, sin ayudas por parte del Gobierno, “el tejido empresarial español quedará muy resentido después de esta crisis y con escasas posibilidades de recuperación”.
“La protección del autónomo y del pequeño empresario debería ser prioridad de las administraciones, puesto que, y más en el caso de España, componen la mayor parte del tejido empresarial, llegando al 99% del total”, sentencia Yannick Charton, socio fundador de Valio Consulting.
De acuerdo con datos publicados por las organizaciones del comercio a nivel internacional, España cuenta con casi 3 millones de micropymes o pequeñas empresas de menos de 300 empleados, que aportan un 60% de valor a la economía nacional. “De aquí se desprende que, si desaparece este sector, se resentirá de manera contundente la economía y el consumo”, analiza Charton.
Además, apunta, un sector importantísimo es el de los autónomos o empresas de menos de diez empleados, que representan el 24%. “Y ha sido un sector tremendamente afectado, que no ha recibido prácticamente ayudas y que más que nunca necesita apoyo de medidas por parte del Gobierno”, analiza.
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Más financiación, procesos más ágiles y menos burocracia
Desde la gestoría Valio Consulting se indica la “necesidad de soluciones ágiles y procesos menos burocráticos para que los autónomos puedan acceder a ayudas, créditos y financiación”, aunque indican que la clave radicaría “no solo en moratorias sino en exenciones de cuotas, por ejemplo, que ayudaría a los trabajadores a mantener la actividad en lugar de tener que darse de baja por no poder mantener la cuota”.
“Determinados procesos son complejos y generan más incertidumbre aún al pequeño empresario o autónomo”, asegura Emilio Ibarra, socio de Valio Consulting, y añade que “lo más oportuno sería que se agilicen los accesos a ayudas, desempleo y, sobre todo, deberían ponerse en marcha políticas de reactivación con medidas reales para apoyar a esta gran parte del tejido empresarial”.
Ayudas y moratorias
Hasta ahora, casi un millón de autónomos que solicitaron la prestación extraordinaria la han recibido, ayuda cuya cuantía mínima es de 661 euros. La duración de esta ayuda se extiende hasta que finalice el estado de alarma. “Lo positivo de esta medida ha sido que la pueden cobrar incluso los autónomos que no hayan cumplido un periodo mínimo para acceder a la prestación por cese de actividad y es compatible con cualquier otra prestación de la Seguridad Social que estuviera cobrando”, explica Charton.
Ahora bien, aclara “esto no resuelve la situación de estos trabajadores y no permite construir el futuro de su negocio, son medidas paliativas en el corto plazo pero no protegen al tejido empresarial ni garantizan su supervivencia”, sentencia.
Un ejemplo claro de la falta de llegada de las ayudas a los afectados -incluidos autónomos y pequeños empresarios-, ha sido las moratorias hipotecarias solicitadas por la crisis, de las que se otorgaron solo 1 de cada 3 solicitadas. Según datos oficiales publicados por el Banco de España, del total de 228.322 personas que han solicitado la moratoria del pago de su hipoteca desde que comenzó la crisis del coronavirus, solo se han concedido 65.559, es decir, el 29% del total, debido a que la mayoría de los trabajadores, familias o autónomos que lo han pedido no cumplían con los criterios establecidos en las medidas de apoyo a los más vulnerables aprobadas por el Gobierno.
Lo mismo ha ocurrido con la moratoria de créditos sin garantía hipotecaria, que hasta ahora se ha concedido a poco más de 59.000 personas, menos del 19% de los 296.900 solicitantes.
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