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Iñaki Pariente, durante la conferencia que ofreció en la sede del MICAP.

 
“Si eres un abogado que cumples con tus obligaciones en materia de protección de datos, te reorientas, adaptas algunas cosas y puedes seguir, pero si no cumplías la situación te cae como una losa y tendrás problemas muy importantes. Además es que hay que cumplir ya”. Quien plantea tan seria advertencia sobre la entrada en vigor, dentro de un mes, del Reglamento Europeo de Protección de Datos es Iñaki Pariente, quien ofreció una charla sobre el tema la semana pasada en la sede del M.I. Colegio de Abogados de Pamplona.
 

Iñaki Pariente sabe de lo que habla. Es abogado y máster de Estudios Especializados en Derecho Comunitario Europeo, y socio director y fundador del despacho Dayntic Legal, especializado en Derecho Digital, Seguridad y Protección de Datos, con sedes en san Sebastián y Madrid. De su autoridad en la materia da fe el hecho que haya sido director de la Agencia Vasca de Protección de Datos (2012-2016), y su pertenencia al Grupo de Expertos de Protección de Datos (FIDE) sobre la implementación en España del Reglamento Europeo. Además, asesora sobre el tema a la administración vasca y a sus empresas públicas.

¿Qué tiene de particular el ejercicio de la abogacía en relación con la protección de datos? Iñaki Pariente explica que el abogado “es un profesional que por naturaleza se enfrenta día a día a la gestión de información personal, en muchas ocasiones muy sensible, de clientes personas físicas o empresas. Esta gestión de datos plantea numerosos desafíos, tecnológicos y jurídicos, que el abogado no está acostumbrado a gestionar adecuadamente”.

Profesión de riesgo

Según datos del Instituto de Ciberseguridad de España (INCIBE), en nuestro país se gestionan a diario casi 400 incidentes de ciberseguridad. En el caso de los despachos de abogados, en 2016 se contabilizaron 70 incidentes por ransomware, programas informáticos que infectan y bloquean los archivos y sistemas, exigiendo el pago de un rescate a cambio de liberarlos. También se detectaron 66 páginas web de despachos con programas maliciosos inyectados, otras 158 habían sido víctimas de una alteración de su apariencia original, y 40 webs de bufetes alojaban phishing, según datos del Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad e Industria (Certsi), operado por el INCIBE y el Centro Nacional para la Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC).

En su ponencia, Iñaki Pariente revisó los contenidos del reglamento Europeo de Protección de Datos, que entra en vigor el 25 de mayo, e incidió en las obligaciones principales que genera para los abogados en su día a día, como las referidas a la gestión de los despachos o de los asuntos de los que se ocupen, y lo ilustró con casos reales de la profesión. El uso de teléfonos móviles con información de clientes y de ordenadores portátiles que incorporan información sensible sin las adecuadas medidas de protección, o los expedientes en papel transportados sin el debido cuidado, son tres ejemplos de una inadecuada gestión de la información y de los riesgos que conlleva su custodia y el manejo.

Además, repasó los medios, las formas, las obligaciones y los derechos que tiene el abogado en relación con la gestión de los datos personales, tanto los de sus clientes como cuando trabaja por cuenta de una empresa para la que está prestando un servicio, analizando las diferentes situaciones que pueden plantearse y la casuistica, obligaciones y derechos aplicables a cada caso.

Cumplir ya

El ponente, que también ha sido director de Régimen Jurídico del Gobierno Vasco y magistrado-juez entre los años 2000 y 2009, indicó que “la norma no regula específicamente la aplicación del Reglamento Europeo a ninguna profesión en concreto, lo único que hace es establecer un ámbito de aplicación general: esto abarca a todo aquél que gestiona datos personales y, en la medida de que lo haces, tienes una serie de obligaciones. Las referidas a la profesión de abogado vienen derivadas de la propia condición del abogado, de la utilización que tiene que hacer de datos personales, que es en lo que se basa el cien por cien del ejercicio de la abogacía”.

Según Iñaki Pariente, los abogados que venían cumpliendo sus obligaciones en materia de protección de datos la entrada en vigor del Reglamento solo les exigirá realizar “unas pequeñas adaptaciones, cambiar un poco la lógica de la protección de datos, les resultará relativamente sencillo”. El problema se plantea para los profesionales o los despachos “que no tienen ninguna previsión, que actúan al margen de estas cuestiones y que, de repente, ahora se ven con un nivel de protección muy superior al que existía”.

“Si cumples, te reorientas y adaptas algunas cosas y puedes seguir, pero si no cumplías la situación te cae como una losa y tendrás problemas muy importantes”, incluida la posibilidad de una sanción económica, concluye Iñaki Pariente, quien advierte de que “además es que hay que cumplir ya”.

Fuente: MICAP




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