El principal error de un interrogatorio es la falta de preparación. Un juicio requiere técnica, estrategia y organización para mejorar la eficacia persuasiva en la intervención del abogado ante los órganos judiciales. Esta fue una de las conclusiones de la Conferencia de los Lunes impartida el 29 de noviembre, “Cómo construir la estrategia de defensa a través de la teoría del caso”, dentro del Ciclo `Habilidades de la Abogacía´, en la que intervino el abogado Óscar Fernández León.

Una de las reglas de oro para la preparación estratégica, según el abogado, es la figura de la “teoría del caso”, sistema de trabajo que ayuda al profesional a “tener un relato creíble y abordar de forma organizada los fundamentos jurídicos y pruebas que constituyen las líneas de toda defensa”, explicó.

“La metodología”, afirma, “facilita, debidamente sistematizados, aquellos conocimientos para establecer la estrategia de nuestro asunto”. Expuesta de forma teórica y con el examen de un caso práctico, con la teoría del caso “se pretende reforzar las habilidades de litigación de todo abogado, dotándolo de una brújula que le permitirá controlar su estrategia procesal de principio a fin”, apuntó.

El abogado señaló algunos de los beneficios de la preparación del juicio: ahorro de tiempo, sensación de eficacia, seguridad y reacción ante imprevistos. Otra de las características de la teoría del caso es que es única, flexible, simple, creíble, coherente, con solvencia probatoria y suficiencia jurídica. Fernández León aconsejó tener un “objetivo alcanzable” y no repetir preguntas ya hechas. Para eso, es fundamental ser sencillo y breve: “Hay que evitar que el juez tenga que realizar complejos razonamientos jurídicos para comprenderla”.

La teoría del caso, para Fernández, “tiene elementos jurídicos, fácticos y probatorios”. Por eso recomienda analizar el relato de los hechos para determinar los hechos relevantes  y decidir qué papel van a jugar en nuestra teoría del caso. “Localizar antecedentes fácticos que den credibilidad -no sólo lo que el testigo dirá, sino dónde estaba, distancia, luminosidad, estado de sus sentidos-.

Además, apunta que esta estrategia “explica de forma creíble la teoría legal aplicable y los hechos de la causa, idea que ha de ser coherente con la prueba no controvertida o incompleta”, y “nos permite trabajar en casos  de cualquier materia jurídica: penal, civil, social, etc.”, dijo.

En función de la estrategia programada, confirma, hay que organizar el tipo de preguntas, orden de presentación, materias a abordar, tiempos, ritmo, control, objeciones y protestas. “En definitiva, una buena teoría del caso permite no sólo disponer de una prueba eficaz, sino saber cómo y cuándo emplearla”, mantiene el abogado.

La jornada estará disponible en los próximos días y podrá seguirse en diferido junto con otras actividades de formación desarrolladas por la Abogacía Española, en https://www.formacionabogacia.es/.