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Lisboa, 7 oct (EFE).- El ultraderechista Chega se quedó este viernes solo en el Parlamento de Portugal en la votación de su proyecto de ley para permitir la castración química para los pedófilos y violadores reincidentes, que fue rechazado por el resto de partidos.

La norma, que pretendía modificar el Código Penal portugués para autorizar la castración química, fue criticada por todos los demás partidos tanto a izquierda como a derecha del hemiciclo, que señalaron que se trata de una práctica inconstitucional.

La propuesta de castración química provocó un encendido debate en el Parlamento, donde todos los partidos escogieron a una mujer para defender sus argumentos a excepción del izquierdista Livre, que solo cuenta con un diputado, Rui Tavares.

Desde el gobernante Partido Socialista, la diputada Cláudia Santos recordó que "las penas corporales están prohibidas en Portugal desde la primera Constitución, de 1822", y rechazó que en Francia se utilice la castración química como condena, como defiende Chega.

"La castración química no es una pena pronunciada por un juez, sino un tratamiento médico decidido por un médico. En Francia no hay castración química como pena", indicó.

Por su parte, la diputada del PSD (centro-derecha) Emília Cerqueira insistió en que está "comprobado" que la castración química no tiene eficacia y rechazó aprobar "penas crueles, degradantes e inhumanas".

El partido ultraderechista tuvo que modificar varias veces su proyecto de ley para conseguir que fuese admitido a trámite en el Parlamento.

Chega tuvo que incluir varios puntos que recogían que el acusado debía mostrar su acuerdo para que se le aplicase la castración química y que la medida quedaba prohibida si suponía un peligro para su vida. 




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