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Instalado por completo, el verano continúa con sus altas temperaturas en el mes de julio. Piscinas que cuelgan el cartel de aforo completo, playas repletas de sombrillas y largas horas de exposición al sol, se convierten en el día a día de muchas personas. Y es que, lo que es para muchos la mejor estación del año, promete quedarse durante, al menos, unas cuantas semanas más.

No obstante, y a pesar de los tonos bronceados, el ambiente desenfadado y las vacaciones, el verano muestra, en ocasiones, una cara más amarga. Hablamos de las enfermedades propias de esta estación, convenientes de conocer para poder prevenirlas.

Por este motivo, desde reclamador.es vamos a explicarte cuáles son las principales alteraciones de la salud que se producen especialmente durante el periodo estival, así como sus síntomas y la manera de combatirlas.

Otitis: la inflamación del oído

La otitis –o inflamación del oído– es una de las enfermedades más comunes durante los meses de verano. ¿El motivo? Que está asociada al hecho de nadar en ríos, piscinas, mares y lagos. Sucede entonces que, las bacterias y hongos que puedan estar en el medio acuático, entran en el oído causando esta infección.

La otitis produce un dolor agudo, fiebre y supuración. Es por ello por lo que, en muchos casos, se hace preciso recibir un tratamiento antibiótico. Ya que, de lo contrario, puede derivar en pérdidas de audición, entre otras cosas. 

Esta inflamación del oído puede prevenirse evitando baños en aguas que puedan estar contaminadas (embalses, pantanos…) y secándose el oído con la punta de una toalla una vez finalizado el baño.

Cistitis: la inflamación de la vejiga urinaria

La inflamación de la vejiga urinaria, más conocida como cistitis, es una enfermedad que se da especialmente en las mujeres durante los meses de verano. Sobre todo, por pasar largos periodos de tiempo con el bañador mojado y por las temperaturas frías del agua. 

Así, esta enfermedad provoca escozor, ganas continuas de orinar, micciones insuficientes y, en algunos casos, fiebre.

Al tratarse de una infección, precisa de un tratamiento antibiótico que debe ser prescrito por el médico. Puede prevenirse con una correcta higiene íntima y realizando el cambio del bañador mojado por uno seco al finalizar el baño.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es la infección de la capa conjuntiva del ojo. Es decir, la membrana que recubre el globo ocular y el interior de los párpados. Suele aparecer especialmente en verano y se da por causas diversas. Generalmente, por la exposición continuada al sol y a aires acondicionados. También, por nadar bajo el agua de piscinas con cloro u otros medios acuáticos sin utilizar gafas de bucear.

Normalmente, la irritación ocular desaparece pasados unos días y sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, si la enfermedad se complica, se necesitará tratamiento médico con gotas o ungüentos antibióticos. Puede prevenirse utilizando gafas de buceo y de sol principalmente.

Faringitis y bronquitis

Estas enfermedades se darán, en la mayoría de los casos, por los cambios bruscos de temperatura derivados de los aires acondicionados y el agua fría de mares y piscinas. De este modo, patologías como la faringitis, bronquitis, amigdalitis o incluso, la neumonía, serán bastante comunes en esta época del año, produciendo dificultades respiratorias y fiebres.

Sin embargo, y aunque muchas de ellas no puedan evitarse debido a que son patologías víricas, sí existen ciertas medidas que ayudan a prevenirlas, como por ejemplo protegerse la garganta ante cambios bruscos de temperatura, evitar factores externos como el tabaco o bebidas muy frías, o usar humidificadores en ambientes secos y fríos. En caso de hacer uso de aires acondicionados, es recomendable que las temperaturas no bajen de los 24 o 25 grados centígrados, según el Colegio de Médicos de Zaragoza.

Gastroenteritis

Durante los meses de verano, los problemas estomacales y las gastroenteritis son más frecuentes. Esto se debe a que se producen más intoxicaciones alimentarias, como por ejemplo, la salmonelosis. Esta enfermedad se da por la ingesta de alimentos y bebidas contaminados por la bacteria salmonela, que provoca intoxicaciones e infecciones intestinales.

Asimismo, pueden producirse gastroenteritis debido a que, con las altas temperaturas, los alimentos pueden no estar bien refrigerados o en mal estado debido a una rotura de la cadena del frío.

Otras enfermedades

Existen otras enfermedades propias del verano que no terminan en itis, pero que son, del mismo modo, igual de comunes en la época estival. Hongos, picaduras (y alergias) de insectos, y quemaduras solares.

En algunas ocasiones, y cada vez con mayor frecuencia, puede pasar que el médico no detecte a tiempo estas enfermedades. O, por su parte, no establezca un tratamiento correcto debido a un error de diagnóstico. Esto podría derivar en un empeoramiento de la salud del paciente. Si esto ocurre, te recomendamos que reclames una indemnización por mala praxis. El plazo para ello será de 1 año desde que conozcas el alcance de las lesiones en el caso de la sanidad pública, y de 5 años en el caso de la privada.

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