Barcelona, 3 jul (EFE).- El bebé que nació en el parto en el que se produjeron agresiones a sanitarios en el Hospital de Terrassa (Barcelona) ha fallecido por problemas irreversibles en el Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), a donde fue trasladado.
Fuentes del Parc Taulí han confirmado a EFE que el recién nacido falleció este pasado martes por la tarde, por las complicaciones con las que nació hace una semana, el pasado miércoles, en el vecino Hospital de Terrassa.
Ese día, sobre las 19.30 horas, un grupo de familiares entraron a la fuerza en la Sala de Partos de este hospital del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST) y provocaron violentos disturbios, consistentes en amenazas y lesiones a más de una decena de sanitarios, así como daños materiales en el equipamiento.
En ese momento, el Hospital de Terrassa se puso en contacto con los Mossos d'Esquadra, que se personaron en el hospital, y durante toda la noche el servicio de seguridad mantuvo una dotación en la sala de partos para evitar más desórdenes.
El comité de empresa del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST), presidido por el sindicato Metges de Catalunya, se reunió este pasado martes con el conseller de Salud en funciones, Manel Balcells, para analizar la situación.
Por su parte, fuentes del Consorcio Sanitario de Terrassa, que gestiona el hospital, han informado hoy de que ya se ha presentado una denuncia ante los juzgados sobre las agresiones ocurridas la pasada semana.
También han indicado que una parte de los 16 trabajadores afectados por la agresión están de baja y que el centro ha ofrecido apoyo psicológico a todos ellos, además de hacer un seguimiento de su estado de salud.
El secretario general de MC y presidente del comité de empresa de CST, Xavier Lleonart, entregó a Balcells un manifiesto que reclama que estas conductas violentas no queden impunes y que las personas responsables sean "detenidas y puestas a disposición judicial ”.
Según el sindicato, el personal sanitario vive con una "sensación de indefensión" ante las frecuentes situaciones de tensión que se generan en los centros de salud, que "a menudo no tienen ningún tipo de consecuencia para los agresores".
El sindicato ha advertido de que las "agresiones verbales, faltas de respeto y amenazas" son diarias y se han "normalizado" entre los propios sanitarios, quienes, además, tienen la percepción de que denunciarlas “sólo tiene consecuencias para los propios profesionales".
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