Madrid, 16 may (EFE).- El colectivo LGTBI+ ha sufrido 57.000 agresiones físicas o sexuales en los últimos 5 años y 4 de cada 10 personas ha sido víctima de algún delito de odio en este periodo de tiempo, una cifra que dista mucho de los datos oficiales registrados por el Ministerio del Interior, que solo recoge 1.738 delitos de odio entre 2018 y 2022.
Así se desprende del informe de la Federación Estatal LGTBI+ presentado este jueves con motivo del Día contra la LGTBIfobia, que se celebra mañana, y que pone de manifiesto el problema de infradetección que existe en España ante el elevado número de casos de LGTBIfobia que se denuncian, pero que no se registran como tal.
"Estamos ante un verdadero iceberg del odio", ha lamentado el secretario de Organización de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), Ignacio Paredero, que ha destacado que las personas trans y las mujeres lesbianas son las que más actos de odio sufren dentro del colectivo.
Y es que una de sus principales conclusiones del estudio es que, mientras las personas LGTBI+ declaran haber sufrido 57.000 agresiones físicas o sexuales en los últimos cinco años, el Ministerio del Interior solo ha recogido registralmente 1.738 actos de odio entre 2018 y 2022, es decir un 0,57 %.
Además, estos 57.000 casos son sólo los denunciados ante las fuerzas de seguridad pero, según la investigación, sólo se denuncian un 16,5 % de las agresiones.
El informe indica que un 40 % de las personas pertenecientes al colectivo ha sufrido algún acto de odio en los últimos 5 años. Los actos de discriminación son los más numerosos (el 32,4 % los ha sufrido en los últimos cinco años), seguidos de los actos de acoso (el 28,7 %) y la agresión (10 %).
Si se extrapolan los datos de la población LGTBI+ en España (unos 3,5 millones de personas según los datos del CIS), el informe calcula que alrededor de 350.000 personas del colectivo habrían sido agredidas física o sexualmente desde 2019; aproximadamente 1 millón acosadas y cerca de 1,1 millón habrían sido discriminadas.
De las agresiones, más del 40 % sufrió una agresión sexual con intimidación y casi el 30 % una agresión física grave (bofetadas, puñetazos, caída al suelo). La calle es el lugar donde con más frecuencia se producen estas agresiones.
De las discriminaciones, más de un 40 % tuvieron relación con la discriminación en el ámbito laboral y más del 45 % con la denegación de algún derecho.
Asimismo, el 83 % de las personas LGTBI+ ha sufrido discriminación más de una vez en los últimos cinco años y hay un 10 % de personas que declaran haber sufrido discriminación más de 10 veces en ese periodo de tiempo.
En el último año, alrededor de 700.000 personas LGTBI+ han sido acosadas (el 20,3 %); 800.000 habrían sufrido discriminación (22,9 %) y alrededor de 250.000 han sido agredidas (el 6,8 %).
Además, el informe pone de manifiesto que tres de cada diez de las personas que no denunciaron no lo hicieron porque pensaron que no iba a servir para nada y casi dos de cada diez por miedo a la respuesta LGTBIfóbica por parte de la policía.
La presidenta de la FLGTBI+, Uge Sangil, ha incidido en que "con estas cifras en la mano, seguimos reivindicando a Interior una mayor eficiencia en la recogida de datos".
También ha exigido que se imparta formación a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para que la sensibilización con las realidades del colectivo sea real y que se creen unidades específicas que atiendan la discriminación motivada por la orientación sexual o la identidad de género.
"No puede ser que el colectivo LGTBI+ no pise una comisaría por miedo. Tenemos que crear espacios en las comisarías que sean seguros, donde podamos denunciar los delitos que se comenten sobre nosotros y nosotras", ha destacado Sangil.
Además, para sensibilizar sobre la problemática y evidenciar las consecuencias de los discursos de odio vertidos contra el colectivo en la esfera pública, la Federación Estatal LGTBI+ ha presentado su segunda edición de 'Odio Diario', elaborado con noticias reales del último año sobre incidentes de odio contra el colectivo.
"Las palabras tienen consecuencias", ha denunciado Sangil, que ha reivindicado un Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia todos los grupos vulnerables.
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