Madrid, 21 ago (EFE).- La adolescente de 17 años asesinada en Otero (Toledo) por la pareja de su madre es la décima víctima mortal de la violencia vicaria en España en este 2024, año que registra el peor dato desde que comenzaron a contabilizarse en 2013 los asesinatos de niños y niñas por violencia machista.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha confirmado este miércoles la naturaleza machista del asesinato de la menor de 17 años asesinada a tiros el pasado sábado (cuando su madre también fue herida de gravedad), el tercer caso de violencia vicaria en Castilla-La Mancha este año.
También en 2024 han sido asesinados otros cinco menores en Cataluña y dos en Andalucía. En cuatro de los diez casos de este año constaban denuncias por violencia de género contra los agresores.
Se trata del año más mortífero de la violencia vicaria desde que existen registros: agosto no ha concluido y en apenas ocho meses han sido asesinados 10 menores (en nueve casos los asesinos eran los padres y en uno, la pareja de la madre). El peor dato histórico anual era de 2015, cuando fueron asesinados 9 pequeños.
63 menores asesinados
La violencia vicaria es un tipo de violencia machista se utiliza para dañar y controlar a las mujeres, en muchos casos cuando estas han dado el paso de separarse.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha condenado el asesinato de Toledo y ha subrayado que "hay que parar este machismo que tantas vidas destroza". "Basta ya. Tenía 17 años y le arrebató la vida para hacerle a su madre el mayor de los daños además de intentar también matarla a ella. Es, sin duda, la cara más cruel de la violencia de género", ha escrito en X.
Desde 2013, 63 niños, niñas y adolescentes han sido asesinados por sus padres o por las parejas o exparejas de sus madres en un contexto de violencia de género.
Más de la mitad de los asesinos, el 57 %, se quitaron la vida tras matar a los menores, por lo que no pudieron ser juzgados por los crímenes.
Una gran mayoría de las víctimas (56) eran descendientes de los agresores, mientras que 7 fueron asesinadas por un hombre que no era su padre.
Sólo constaban denuncias previas por maltrato contra sus madres en 18 casos (el 28 %).
En 2013 fueron asesinados 6 menores en crímenes vicarios; 4 en 2014; 9 en 2015; uno en 2016; 8 en 2017; 7 en 2018; 3 en 2019; 4 en 2020; 7 en 2021; 2 en 2022; 2 en 2023 y 10 en lo que va de 2024.
Desde 2019, el Ministerio del Interior evalúa el riesgo al que están expuestos los menores hijos de mujeres víctimas de violencia de género y ha detectado a 5.198 niños y niñas en riesgo de sufrir violencia vicaria. En julio de 2024, había 1.643 menores en riesgo de ser directamente agredidos por los padres o las parejas o exparejas de sus madres: 8 en riesgo extremo (con grave riesgo para su vida); 202, alto y 1.433, medio.
Cada vez que Interior detecta una situación de riesgo en los menores, alerta a los tribunales y a la fiscalía con una diligencia automática que persigue que se impongan medidas urgentes de protección.
La violencia vicaria se integró en la ley contra la violencia de género en 2021 y la norma se volvió a modificar en 2022 para reconocer como víctimas directas a las madres de menores asesinadas en crímenes vicarios, que hasta ese momento no tenían derecho a las ayudas del Estado.
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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