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  • La industria farmacéutica española se enfrenta a múltiples desafíos en la creación de nuevas patentes de medicamentos. Los requisitos regulatorios para su aprobación son cada vez más estrictos y complejos, lo que hace que el proceso sea más difícil y prolongado.
  • Para Olga Llopis, Socia Directora de Comuniza, agencia especializada en branding, “se trata de uno los sectores más duros a la hora de registrar una marca, porque a los condicionantes jurídicos habituales ‘mercado y competencia’ se le une la regulación gubernamental, que impide en ocasiones el uso de términos vinculados a características del producto”.

La industria farmacéutica española se enfrenta a múltiples obstáculos en la creación de nuevas patentes de medicamentos. Los requisitos regulatorios para su aprobación son cada vez más estrictos y complejos, en un proceso de investigación y desarrollo de nuevos fármacos que es costoso y lleva años.

A pesar de estos obstáculos, la industria farmacéutica española ha logrado mantenerse a la vanguardia en investigación y desarrollo, gracias a la inversión en innovación y el desarrollo, y a la calidad de los profesionales que trabajan en el sector. Sin embargo, la competencia global en este campo es cada vez mayor y los costos asociados con el desarrollo de nuevos medicamentos siguen aumentando, lo que podría poner en riesgo la capacidad de España para seguir siendo un líder en la industria farmacéutica.

“La industria farmacéutica es uno los sectores más duros a la hora de registrar una marca, porque a los condicionantes jurídicos habituales ‘mercado y competencia’ se le une la regulación gubernamental, que impide en ocasiones el uso de términos vinculados a características del producto”, explica Olga Llopis, Socia Directora de Comuniza, agencia especializada en branding.

Algunas posibles soluciones incluyen la implementación de políticas gubernamentales que promuevan la inversión en nuevas tecnologías e innovación, la simplificación de los requisitos regulatorios y el fortalecimiento de la colaboración entre los diferentes actores del sector.

“Hasta hace unos años, las grandes farmacéuticas compraban grandes cantidades de nombres que en muchos casos no utilizaban para tener la propiedad del nombre de cara al futuro”, agrega Llopis“por suerte, la ley de protección de marca se refinó y si no se demuestra el uso de un nombre durante un tiempo determinado, se pierde el registro.”

Otro desafío importante es la competencia global en el mercado farmacéutico. Las empresas farmacéuticas españolas compiten con otras empresas internacionales en la creación de nuevas patentes de medicamentos, lo que hace que el mercado sea cada vez más competitivo y desafiante.
 
“En definitiva, las patentes de medicamentos se transforman en un mecanismo de protección de la propiedad intelectual que permite a las empresas farmacéuticas recuperar los costos de inversión en investigación y desarrollo”, finaliza la experta en branding.
 
La importancia de la creación de marca de los medicamentos
 
En España, a la hora de crear la marca de un medicamento, se debe hacer hincapié en aspectos como la diferenciación del producto respecto a la competencia, la seguridad y eficacia del medicamento, y la calidad del mismo.
 
“Hay dos grandes maneras de crear nombres farmacéuticos: hacerlo desde el beneficio del producto o hacerlo desde formulaciones abstractas. En ambos casos, la complejidad radica en la identificación de los nombres con el producto, que no siempre es sencilla y que puede llegar a encarecer los costes de comunicación”, informa Olga Llopis.
 
Según los expertos, antes a enviar un nombre de marca a registro es importante realizar un estudio previo en el que se analicen, por un lado, las características formales del nombre, su sonoridad, sus significados, su raíz y espacio en el mercado; y por el otro lado, si las denominaciones que creamos tienen una viabilidad registral alta.
 
“Nunca existirá la confianza al 100% de que el nombre sea registrable, pero sí q podemos advertir en este primer estudio cuáles son los nombres con más coincidencias y anticipar estrategias para sortear una eventual oposición de marca”, suma Llopis.
 
Para registrar una marca de medicamentos en España, es necesario cumplir con los requisitos establecidos por la Ley de Marcas, que incluyen la originalidad y distintividad del signo, así como su capacidad para identificar y diferenciar los productos o servicios de una empresa de los de otra. Además, la marca no puede ser contraria a la ley, el orden público o las buenas costumbres.
 
“Cuando elaboramos un nombre de marca en este sector es importante conocer cuáles son los condicionantes en torno al nombre. La propia estructura de muchas de las empresas farma, en las que la toma de decisiones no está centralizada o depende de otros países, dificulta el consenso respecto al nombre definitivo. Pero sin duda, el condicionante legal es el que más nos afecta y el que ralentiza el proceso añadiendo semanas de trabajo”, finaliza la experta en comunicación y branding.




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