Laura Zornoza

Bruselas, 26 may (EFE).- La promesa de que el Parlamento Europeo tratará de evitar que Hungría asuma la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea por su deriva iliberal ha revuelto las aguas en Bruselas a más de un año de que esto suceda, en julio de 2024, si bien las posibilidades de bloquear que Budapest use el turno de su presidencia no tienen precedente en la Unión Europea.

La polémica nace de un borrador de una resolución que el Parlamento Europeo votará la próxima semana y al que ha tenido acceso EFE sobre las violaciones del Estado de derecho en Hungría, en el que se cuestiona si este país "podrá cumplir su tarea de forma creíble" a la vista de "su incumplimiento de la ley europea" y los valores básicos de la Unión, así como el principio de cooperación sincera.

La Eurocámara -desde hace años la institución europea más crítica con el discurso antieuropeo del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y su alejamiento de valores como la independencia judicial o el respeto a las minorías- pide al Consejo "que encuentre una solución lo antes posible" y recuerda que el propio Parlamento "puede tomar las medidas apropiadas" si no se encuentra dicha solución.

¿Pero existe una base legal para bloquear una presidencia por infracciones del derecho comunitario? La respuesta básica es no.

Tanto Hungría como Polonia, que asumirá la presidencia después de Budapest en enero de 2025, tienen desde hace años procedimientos abiertos por la violación de derechos fundamentales europeos que, de llegar a concluirse, podrían suponer la retirada de su derecho a voto del Consejo.

Sin embargo, estos nunca han progresado lo suficiente porque requieren la unanimidad de todos los Estados miembros e históricamente Budapest y Varsovia se han protegido el uno al otro.

Si bien un potencial intento de cambiar el calendario de presidencias para que España y Bélgica, que comparten "trío" con Hungría, alarguen sus turnos al frente del Consejo tres meses cada una sólo requiere la mayoría cualificada para llevarse a cabo, la decisión es políticamente muy espinosa. Cada presidencia dura un semestre.

Propone otra alternativa el profesor de Derecho de la Unión Europea en HEC Paris, Alberto Alemanno: que Bélgica y España se hagan cargo de todas las reuniones que tengan que ver con el Estado de derecho o la suspensión de fondos comunitarios por este motivo durante los 18 meses de su trío para que Hungría no tenga la capacidad de generar un bloqueo.

"Esta amenaza sin precedentes contra los gobiernos húngaro y polaco puede suscitar un debate político y jurídico muy necesario sobre las condiciones en las que la UE puede aceptar Estados miembros rebeldes dentro de la Unión", subrayó Alemanno en conversación con EFE.

En cualquier caso, y volviendo a la capacidad del Parlamento Europeo para bloquear una presidencia comunitaria, el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer, insistió este mismo viernes en que "la lista de países que asumen la presidencia del Consejo es competencia exclusiva del Consejo".

"Por supuesto estamos trabajando sobre una base constructiva y profesional, como hacemos con todas las presidencias del Consejo. Como saben, lo importante para una presidencia del Consejo es que se centre en temas de interés europeo en su conjunto y que actúen como una especie de mediador en los debates del Consejo", dijo Mamer.

El Parlamento, aún con sus diferencias internas sobre cómo lidiar con Hungría, suele congregar mayorías progresistas para condenar la situación de los valores fundamentales en este país, y eurodiputadas como la francesa de los Verdes Gwendoline Delbos-Corfield insistieron este viernes en que "el gobierno húngaro aún no ha presentado reformas creíbles que arreglen la grave situación del Estado de derecho".

"Será la primera vez que un Estado miembro sometido al procedimiento del artículo 7 asuma la presidencia rotatoria del Consejo. Estamos seriamente preocupados por la capacidad del gobierno húngaro para dirigir la presidencia del Consejo de la UE y adherirse a los valores europeos mientras Hungría no pueda considerarse una democracia que funciona", subrayó.