El pasado viernes, hice “campana” en lo que respecta a mis habituales post en esta red por causas ajenas a mi voluntad… o no tanto.., pero el caso es que no escribí nada y la verdad es que si bien hay muchas cosas que decir y explicar, uno, a veces, no tiene muchas ganas, un poco por nada y otro poco por todo. De una parte, porque por mucho que digamos, parece que nadie nos hace demasiado caso. Nos rien la gracia, esto sí, pero poco más. La otra parte es aquella que te obliga a la autocensura por aquello de no quedar mal o demasiado bien, quien sabe…

No es bueno significarse mucho, pero tampoco es bueno significarse excesivamente. Pueden levantarse ampollas y puede que te aplaudan, exactamente por lo mismo. Y por lo mismo, puedes acabar en el más absoluto de los ostracismos, o pueden condecorarte con una de estas cruces al mérito de alguna cosa de esas que tienen que ver con el honor o vaya Vd. a saber qué. Y así andamos por la vida. Que si pero no, que no pero si y ojo no sea el caso que… Y al final, todo sigue igual, nada cambia y si lo hace casi siempre es a peor. Pero no pasa nada porque poco a poco, estamos consiguiendo que el mundo quede en manos de los ineptos y los inútiles, de los que no hacen nada, de los que están ahí para sacar tajada, de los que sólo saben salir en la foto y decir cualquier cosa, aunque sea contraria a la que dijeron un par de días antes.

Lo de trabajar, esforzarse, estudiar, prepararse, hacerlo bien, la profesionalidad, la honestidad, etc… ya no tiene demasiada importancia. No vende, no gana adeptos, no está en los ratios de ningún indicador económico, no resiste la especulación. En pocas palabras: No vamos a ninguna parte y  parece que a nadie, además, le importe un pimiento. Algún que otro idealista queda por ahí si, pero solo eso. Un zumbado de la olla al que nadie hace caso. Y acabo de darme cuenta de que igual resulta que soy uno de estos…

Ya me disculpareis…., es que hoy es fiesta local en Barcelona y me parece que estoy de bajón pensando que mañana toca volver al trabajo tras un puente que por cierto no ha estado nada mal.