Si eres víctima de una mala práctica profesional, debes saber que puedes encontrar protección en la ley y reclamar el resarcimiento de los daños y perjuicios que has sufrido como consecuencia del mal accionar de un médico, enfermero o cualquier otro agente de salud que te haya atendido por una dolencia física o emocional.
Muchas veces no resulta sencillo detectar que el daño padecido es producto de una mala praxis médica, si tienes dudas, lo más conveniente será que confirmes tus sospechas con los abogados en negligencias médicas.
¿Qué se entiende por mala praxis médica?
La mala praxis médica, o error médico, es el acto médico ejecutado con impericia, imprudencia, negligencia o inobservancia de los deberes que causa una lesión al paciente.
Veamos por separado cada una de las formas de culpa médica por las que el ordenamiento jurídico impone al médico responder por los daños ocasionados.
- Impericia. Se entiende que el médico ha actuado con impericia cuando lo hizo con falta total o parcial de conocimiento técnico, experiencia o de capacitación en el ejercicio de la medicina. Es la falta de competencia.
- Imprudencia. Se produce cuando el profesional médico actúa con demasiada confianza, sin evaluación previa ni previsión de las consecuencias. En general se caracteriza porque se hace más de lo debido sin medir los resultados. Es la falta de prudencia.
- Negligencia. Es actuar sin diligencia o descuidadamente, sin respetar las reglas básicas de práctica profesional o protocolos médicos estándares que rigen la actividad. Puede tratarse de hacer lo que no se debe o dejar de hacer lo que se debe. Se la reconoce como la contracara de la imprudencia. Es hacer menos de lo debido.
- Inobservancia. Es la falta de cumplimiento de los principios éticos y preceptos legales obligatorios en el ejercicio de la profesión.
En cualquiera de los casos, las consecuencias del accionar del médico que haya causado un daño genera responsabilidad profesional y lo convierte en culpable por lo que deberá responder ante la persona que hubiese resultado damnificada.
¿Cómo reclamar una negligencia médica?
Lo que queremos dejar claro desde el principio es: las negligencias médicas dan a los pacientes el derecho a exigir una indemnización por los daños sufridos.
Para cursar el reclamo, lo mejor será que te asesores desde el inicio con los abogados especialistas en negligencias médicas. En general, ellos son expertos en Derecho Civil y conocerán el régimen jurídico aplicable a los reclamos de indemnizaciones por daños y perjuicios y los plazos procesales vigentes, en especial los de prescripción de las acciones.
Es sabido que no es nada fácil demostrar la negligencia médica, por ello es importante que tu denuncia sea respaldada con documentación médica (particularmente la que surja de la historia clínica) y el informe de viabilidad favorable de un perito médico que avale los hechos ocurridos.
Las vías legales disponibles para reclamar la negligencia médica son tres: civil, administrativa y penal. Dependerá de la parte contra quién sea dirigida la demanda.
En general, cuando se trata de lesiones leves, se suele entablar demanda civil contra el propio personal sanitario en busca de una compensación económica por daños y perjuicios.
¿Cómo solicitar la Historia Clínica?
Si finalmente tu abogado te ha respaldado en la decisión de judicializar el reclamo por negligencia médica, deberás conseguir de inmediato la historia clínica.
En línea con lo establecido por la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, el paciente tiene el derecho de acceso, a la documentación de la historia clínica y a obtener copia de los datos que figuran en ella.
Este instrumento es fundamental para reclamar una negligencia, ya que en ella se encontrará incorporada toda la información que haya sido considerada trascendental para el conocimiento veraz y actualizado del estado de salud del paciente. Es decir, todas las actuaciones médicas que te fueron practicadas durante el proceso asistencial, desde la autorización de ingreso hasta el informe clínico de alta del paciente.
La solicitud se deberá formalizar por escrito a través de una nota o de un formulario si se presenta ante la Sanidad Pública.
Nuestro consejo es que te quedes con una copia de la nota de solicitud o formulario sellada con la fecha de recepción, para hacerla valer en caso que fuera necesario realizar un reclamo por demoras o acudir a la justicia para conseguir la información requerida.
Un desafío difícil pero no imposible
Créenos, ganar un litigio por negligencia médica es difícil pero no imposible. Es necesario acudir a abogados y médicos capacitados en el área y con vasta experiencia que te guiarán por el camino más seguro. En estos casos, no hay nada mejor que sentirse acompañado por profesionales que entiendan lo que está sucediendo y sepan cómo actuar estratégicamente para conseguir los resultados más exitosos posibles.
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