"Nunca subestimes el poder que tienes para inspirar y cambiar el mundo"

Payal Kadakia

La seguridad, la identidad y reconocer lo valiosa que es la Mujer, ha sido para ella misma en algunas ocasiones un reto, quizás por circunstancias personales, o debido a ciclos hormonales, quizás un trastorno endocrinólogo, o de igual manera puede estar asociado a la autoestima de ella; lo que nos lleva a pensar que inciden factores físicos, psicológicos y emocionales en el mantenimiento de estos pilares fundamentales en el desarrollo personal y profesional de la Mujer.

La identidad en la mujer no debe estar asociada nada más al aspecto físico, a la belleza que caracteriza a las mujeres, porque una vez avanzada la edad, no debemos permitir que esa identidad y seguridad se vea afectada por los efectos del paso de los años en nuestro cuerpo físico; debiendo recordar entonces que “engañoso es el encanto y pasajera la belleza”; y que la buena apariencia deben provenir de la confianza en nosotras mismas, más que de la talla del brasier, de lo ajustado que nos quede el jeans, de lo largo de las pestañas o de lo elevado de nuestros tacones.

En la Biblia encontramos un capítulo en el Libro de Proverbios donde se describe a la Mujer Virtuosa, y tiene un especial énfasis al destacar que “Es más valiosa que las piedras preciosas” y que esta Mujer “Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor.”

Estos elementos fundamentales están asociados a nuestro reconocimiento y afirmación de las capacidades, de los derechos y de las aspiraciones de vida; también asociados a la determinación que tiene la mujer, la confianza en sí misma, que la caracteriza; la seguridad de la mujer también implica la garantía de sus libertades, sus oportunidades y su participación en la toma de decisiones que le conciernen.

La identidad y el valor de la mujer son elementos de su seguridad, porque le permiten tener una visión positiva y crítica de sí misma, de sus potencialidades y de sus desafíos, y porque le dan la fuerza y la confianza para defender sus intereses, expresar sus opiniones, exigir sus derechos y denunciar las injusticias. Tener una identidad segura de sí misma le ayudan a establecer relaciones saludables y respetuosas con los demás. La seguridad y la confianza en sí mismas de las mujeres son aspectos fundamentales para su desarrollo personal y profesional, pero también pueden verse afectados por factores sociales, culturales y personales que las limitan; y ante estos episodios para fortalecer la seguridad y la confianza en sí mismas es necesario aprender a reconocerlo y  tratarse a sí mismas con amabilidad, en vez de ser autocriticas o exigentes; siendo también necesario reconocer los errores, siendo más importante que se aplauda y celebre los logros y las fortalezas que le permiten avanzar y visualizar el éxito en las situaciones en las que se sientan seguras y confiadas

La postura de una mujer es significativo para transmitir un mensaje, es decir el lenguaje corporal de esa mujer segura y confiada en sí misma, para esto toda mujer debe mantener una postura recta, erguida, siempre se debe hacer contacto visual con el entorno, mirar de frente, no al piso, y en la medida de las posibilidades, o del lugar, escenario donde se encuentre la sonrisa le favorecerá aún más.

Ahora bien, ante las adversidades del día a día, es vital practicar un diálogo interno que nos permita prestar atención a los pensamientos que se tienen sobre sí mismas, y sustituir los negativos por positivos; cuán importante es auto motivarnos todos los días y darnos la palabra de impulso que posiblemente nadie nos da; esa palabra que al interno de esa mujer le permita en su exterior aceptar los retos, salir de la zona de confort, atreverse a hacer cosas nuevas o diferentes; asumir los retos y los riesgos como oportunidades de crecimiento y aprendizaje; pero también aprender de los fracasos que se presenten, entenderlos, y no dejar que afecten la autoconfianza; para esto también es importante que la mujer entienda que debe rodearse de personas positivas, y alejarse de las personas tóxicas, aquellas que restan confianza y afectan la autoestima, y rodearse de personas positivas, que les apoyan, les valoran y les animan. Es de suma importancia participar en grupos o redes de mujeres que compartan intereses, experiencias y objetivos comunes, y que se ayuden mutuamente a empoderarse.

Empoderarse de nuestros sueños, metas y propósitos, es la mejor estrategia que puede ayudar a fortalecer la seguridad y la confianza en sí mismas de las mujeres; establecer un compromiso personal, ser proactivas y dispuestas al cambio; no olvidando que la seguridad y la confianza en sí mismas por parte de las mujeres son claves fundamentales para su bienestar físico, psicológico y emocional; y lo que influirá en su felicidad y éxito.

“No me gusta apostar, pero si hay algo en lo que estoy dispuesta a apostar,

es en mí misma”

Beyonce