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En el proceso de constitución de una empresa hay que concretar la identidad de la organización, definiendo de manera conveniente su objeto social. Y es que al concretar el objeto social de una empresa se concreta la actividad que va a realizar, sea en el momento en el futuro, y debe estar bien definido para proceder con su correcta inscripción en el Registro Mercantil.   En definitiva, el objeto social es la finalidad para la que se constituye una empresa. Por ejemplo, extraer

Definición de objeto social

El objeto social de una empresa supone definir la relación de actividades que la nueva sociedad va a desarrollar. El objeto social de una empresa tiene que ser lícito, posible y concreto. Debe estar correctamente redactado en  los estatutos de  la sociedad para que el Registro Mercantil no pueda rechazar la inscripción de la escritura y así la organización pueda estar constituida de manera válida.

Es importante evitar en el texto de definición del objeto social expresiones como “etcétera” o “todas las actividades que guarden relación con” porque pueden incurrir en inconcreciones y, por tanto, dar pie a que el objeto social no se considere determinado y pueda no aceptarse su registro.

¿Cómo definir el objeto social de una empresa?

Una empresa puede tener previsto desarrollar varias actividades profesionales que no guardan relación entre sí y esto debe registrarse en el objeto social, que podrán incluir actividades múltiples. El objeto social de una sociedad limitada debe estar detalladamente definido. A su vez, es conveniente que, además de la actividad inicial, tenga varias actividades que la empresa tenga previsto abarcar en un futuro.  En  caso de  que  la  escritura  de  constitución societaria    no incluya  actividades   que   surgen a  posteriori,  es necesario formar una escritura de modificación estatutaria de    modificación  de objeto social  e  inscribirla en el   Registro mercantil.

El Registro Mercantil impone que el objeto social quede absolutamente claro a la hora de inscribir las escrituras, para evitar posibles equívocos. Por ello, es recomendable recurrir a la clasificación de los códigos del CNAE o el IAE, pues haciendo uso de su categorización se puede identificar de una manera muy concreta y precisa prácticamente cualquier tipo de actividad y así se podrá ajustar adecuadamente la definición de la actividad de la sociedad.

En el supuesto de que la actividad sea muy nueva y no quede recogida en la clasificación por códigos deberá definirse lo más detalladamente posible en el apartado de objeto social de la empresa.

¿Cómo cambiar el objeto social de una empresa?

El  cambio o ampliación de objeto social de la empresa una vez constituida, precisará de un acuerdo de la junta general. Este acuerdo deberá elevarse a público ante notario y deberá inscribirse en el Registro Mercantil.

El proceso de modificación en el caso de que la empresa está ya constituida implica unos tiempos que se pueden alargar considerablemente, y unos gastos adicionales ocasionados por la escritura notarial de modificación de estatutos  y la inscripción  en  el registro  mercantil.

Por ello, es recomendable que se preste mucha atención a la hora de redactar el objeto social en el momento de constitución societaria, contemplando la idea inicial, posibilidades de expansión y escoger unos objetos sociales amplios, pero a la vez concretos y abarcables.

Importancia del objeto social

El objeto social es muy importante desde varios puntos de vista: contable, fiscal y empresarial. Es importante contablemente, ya que dependiendo de la actividad económica que realicemos tendremos normas contables que nos pueden afectar, por ejemplo relativas a la amortización. También tiene importancia a nivel fiscal, en el sentido de que determinadas actividades económicas tienen tratamientos fiscales diferentes. Y, por último, a modo de clasificación empresarial e inversión resulta de vital importancia saber a qué se dedica una compañía.

Ejemplo de objeto social

Reseñamos a título de ejemplo un objeto social muy amplio y flexible que permite ejercer diferentes actividades. A pesar, eso sí, de que su actividad principal tiene que ver con el primer apartado: sector textil.

Se divide en 7 apartados, los cuales son:

  • Fabricación, comercialización, importación, exportación y venta al por mayor de toda clase de textiles, hilados, telas, tejidos y productos elaborados para vestir. También se incluyen respecto a lo anterior, los relacionados con el hogar y la cosmética.
  • Participación en otras sociedades civiles o mercantiles, sean estas sociedades anónimas o de responsabilidad limitada, de nacionalidad mexicana o extranjera.
  • Administración, gestión y explotaciones de las participaciones citadas anteriormente.
  • Prestación de servicios relacionados con la administración, gestión o explotaciones de empresas.
  • Elaboración de toda clase de estudios de mercado y proyectos de diseño industrial.
  • Titularidad, explotación o cesión de diseños de la propiedad industrial o intelectual de cualquier tipo.
  • Adquisición y enajenación de bienes inmuebles de cualquier clase.

María Fernanda del Pino | Abogada de Legálitas

Referencia legal:   

Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.




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