En la recta final del año las empresas encaran la elaboración de la memoria anual, una pieza fundamental en la estrategia de comunicación corporativa que conlleva un minucioso proceso de elaboración. Que los accionistas y resto de stakeholders puedan conocer la actividad de la empresa e informarse de su situación económica y financiera implica un esfuerzo tanto en la recopilación y procesamiento de datos como en su producción para su posterior publicación.
Para asegurar el éxito en este pilar fundamental de la comunicación corporativa, el equipo de especialistas CeGe, con más de 200 memorias anuales realizadas en cuatro décadas de experiencia colaborando con grandes empresas, recomienda tener claros estos 6 aspectos claves.
- Máximo rigor: Aparte de un elemento de comunicación fundamental, la memoria anual es obligatoria para ciertas empresas, como las sociedades cotizadas. Su finalidad, según la normativa, es recoger una información completa con objeto de que el mercado, los inversores y los accionistas obtengan una imagen fiel y un juicio fundado de la compañía. Por tanto, durante todo el proceso de elaboración y hasta su publicación han de seguirse unos estándares y protocolos que aseguren la fiabilidad de la información difundida.
- Simplificar el proceso. El proceso de producción de las memorias anuales suele ser complejo: se manejan muchos datos, algunos de ellos muy sensibles, así como contenidos procedentes de diversos departamentos que requieren revisiones y verificaciones. Trabajar con un socio con experiencia contrastada, que además aplique las últimas tecnologías de automatización hace que el proyecto sea más sencillo, ágil y sin errores.
- Información clara. La memoria anual ha de contener información reglada compuesta de datos relevantes de manera clara y precisa, sin inducir al error, en aras de la transparencia. Por eso, además de una adecuada redacción que facilite la comprensión, es importante apoyarse en elementos visuales como infografías, principalmente en aquellos apartados donde la información es más densa y compleja de asimilar.
- Contenido y diseño atractivos. La necesidad de rigor en la información a publicar, no exime a la memoria anual de conseguir un contenido atractivo. Para ello, además de cuidar el diseño, en línea de la imagen corporativa, conviene apoyarse en elementos gráficos de calidad, como galerías de imágenes, vídeos o infografías interactivas –en el caso de formatos de publicación digital-. De este modo, se incrementará la eficacia de la comunicación.
- Publicación en formatos on y offline. De cara a llegar al máximo de stakeholders conviene combinar formatos de publicación digitales e impresos. Una página específica en la web, un archivo en PDF descargable o una publicación en papel que transmita fielmente la imagen corporativa. Todos los formatos son válidos y complementarios.
- Sostenibilidad: En la actualidad, la mayoría de las grandes compañías elabora además la Memoria RSC, donde se recoge la estrategia y el impacto de sus acciones sociales y medioambientales. Pero el propio informe anual es en sí buen instrumento para transmitir el compromiso ambiental de la empresa, si, por ejemplo, en su formato impreso utiliza papel reciclado, de procedencia sostenible certificada o se han empleado tecnologías de impresión limpias como LED-UV, que genera la huella de carbono más baja del mercado.
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