Desde 2018, España ha presenciado la eliminación progresiva de peajes en algunas de las autopistas más transitadas del país. La finalización de los contratos de concesión llevó a la eliminación de tarifas en la AP-1, seguida en 2019 por la AP-4 y algunos tramos de la AP-7. En 2021 se eliminaron los peajes en cuatro vías clave de Catalunya: la AP-2 (tramo Aragón-El Vendrell), la AP-7 (La Jonquera-Montmeló y El Papiol-Salou), la C-32 (Barcelona-Lloret de Mar) y la C-33 (Barcelona-Montmeló). El fin de las respectivas concesiones implica que el Estado asume la responsabilidad y el coste del mantenimiento de las vías.
Sin embargo, como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), el Gobierno español había acordado la implementación de un sistema de pago por uso en las autovías y autopistas a partir de 2024, como sucede en prácticamente todos los países de la UE bajo diferentes métodos. No obstante, a principios de octubre, la Comisión Europea dio luz verde a una reforma que permitirá a España renunciar a este compromiso inicial.
Este cambio plantea preocupaciones significativas sobre la viabilidad a medio y largo plazo del sistema de infraestructuras viarias de alta capacidad en España. En un momento en el que el mundo se enfrenta a la urgencia de reducir las emisiones de carbono y priorizar medios de transporte más sostenibles, la eliminación de peajes en autopistas puede tener un impacto negativo en los avances alcanzados hasta el momento. Desde la supresión de los peajes en estas vías, se ha observado un incremento del tráfico resultando en un incremento de emisiones, de la accidentalidad y de la congestión. Además, la inversión en alternativas de transporte sostenible, como el transporte público, podría verse afectada negativamente si el Estado debe desviar recursos económicos al mantenimiento de autopistas y autovías.
Adicionalmente, el transporte ferroviario y marítimo de mercancías sí paga peajes y tasas por utilizar las vías y los puertos. Por tanto, los esfuerzos para trasvasar parte del transporte de mercancías por carretera a modos más sostenibles como el ferrocarril también pueden verse afectados.
“La eliminación de peajes en autopistas puede parecer una medida popular, pero es importante considerar las implicaciones a largo plazo en términos de sostenibilidad económica y ambiental, así como de equidad territorial. Para garantizar un futuro más sostenible y equitativo, es esencial que el debate sobre el financiamiento de infraestructuras viales continúe” concluye Ana Solá, CEO de CINESI.
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