Los métodos de Resolución de Conflictos Alternativos o Alternative Dispute Resolution (ADR) se erigen como herramientas clave para evitar litigiosos cada vez más costos y duraderos en el tiempo.
Los beneficios que proporcionan los métodos de resolución de conflictos alternativos entre otros son, que se tiene absoluto control de la controversia, es confidencial, ahorra tiempo, y en muchas ocasiones los costes suelen ser más bajos que un litigio en la jurisdicción ordinaria, y las partes son las que deciden sobre los términos de la resolución del conflicto.
Los 5 tipos de ADR son:
1- Negociación: en este caso, las partes negocian directamente acerca de la controversia, asistidos generalmente de sus abogados, y fijan los términos del acuerdo que resolverá los conflictos.
2- Mediación: esta situación plantea la posibilidad de que intervenga un Mediador ajeno a la controversia. Es una modalidad muy flexible donde el Mediador nunca va tomar la posición de ninguna parte, simplemente facilita la negociación entre las dos partes.
3- Abogado colaborador: el abogado en este caso, representa a las dos partes enfrentadas, y en esta situación las partes se comprometen previamente a no trascender la controversia a un litigio.
4- Arbitraje: esta es quizás la modalidad de ADR más conocida y que más aplicación está teniendo por sus buenos resultados. En el arbitraje, las partes escogen un árbitro o un tribunal arbitral, en el que éste o éstos son especialistas en la materia que es objeto de disputa. El árbitro termina el arbitraje tras un proceso de arbitraje (con alegaciones por escrito entre las partes y la celebración de una vista, si es precisa) a través de la emisión de un Laudo, que no es susceptible de ser recurrido ante una instancia superior.
5- Conciliación: Una tercera parte, neutral, interviene en la disputa y facilita la comunicación entre las partes, además, ofrece diferentes posibilidades sobre las que las partes pueden llegar aun acuerdo.
Debido los costes y la duración que lleva a dos partes enfrentada a acudir a un tribunal para resolver una disputa, nos encontramos en la actualidad que con mayor frecuencia las empresas están empezando a incluir cláusulas de resolución de conflictos alternativas en sus contratos. De esta forma, se prevé que en caso de que haya una controversia entre las partes, la forma de resolverse será a través de uno de los cinco procedimientos anteriormente expuestos. Es decir, la forma de resolución de conflictos ya ha sido previamente pactada por las partes contratantes.
En este sentido, es de vital importancia, la redacción de una buena cláusula de resolución alternativa de conflictos, donde se especifique claramente por qué tipo de ADR se opta, y en su caso, el procedimiento que se va a seguir. Al ser un tipo de cláusulas muy abiertas, es importante que estén bien redactadas y no den lugar a confusiones, ya que, de lo contrario, se corre el riesgo de que cuando surja la controversia, antes de entrar en el fondo del asunto se tendrá que discutir en primer lugar cuál es el método de resolución de conflicto que se tiene que aplicar -y eso pasará, por iniciar un litigio ante la jurisdicción que corresponda-. En otras palabras, lo que se pretendía evitar, termina por ser un lastre aún mayor que la resolución de la controversia en sí misma.