Estas jornadas contarán con expertos nacionales e internacionales en la resolución de conflictos y con reconocidos profesionales de los ámbitos policiales y de la Seguridad Privada, que abordarán durante estos dos días la actual “nueva normalidad”.
Una normalidad que plantea un escenario que nada tiene que ver con la vida previa a la pandemia y que ha afectado a todos los ámbitos, siendo uno de ellos la Seguridad -tanto privada como pública- donde los agentes que se encuentran sobre el terreno han percibido que se enfrentan a otro tipo de situaciones, que conllevan un incremento de la tensión y de las confrontaciones donde se entremezclan los sentimientos, el miedo, el riesgo o la premura en todo aquello que se quiere realizar. Esto ha propiciado situaciones novedosas y problemáticas a las que el personal de la Seguridad Privada y Policial han tenido que hacer frente.
Estas Jornadas de Resolución de Conflictos ADR/ODR sobre Seguridad Pública y Seguridad Privada parte de la base de que, cómo la experiencia ha demostrado, la herramienta más utilizada en conflictos en situaciones manejables es “La Palabra”, de ahí que el dominio de la misma y la comunicación efectiva pueda suponer la desescalada del conflicto y a la vez la resolución del mismo, puesto que la Mediación como procedimiento estructurado alternativo para la resolución de conflictos ha sido aplicado en numerosos ámbitos, con el fin de acometer los conflictos con una visión diferente y de ese modo alejarse de la vía contenciosa.
Uno de esos ámbitos sin lugar a dudas ha sido el policial, donde se han obtenido grandes resultados, que han facilitado una mejor convivencia entre los ciudadanos. En este caso, el procedimiento ha sido guiado por agentes con formación en mediación que han llevado a cabo el proceso formal de mediación.
Paralelamente, también hay agentes, que en la prestación de su servicio diario, realizan, lo que podríamos denominar “mediación informal”, es decir, gestionar un problema del modo más eficiente posible, evitando alteraciones de la seguridad ciudadana o la comisión de infracciones administrativa e incluso penales. Para ello, los agentes despliegan una serie de herramientas, como pueden ser, la escucha activa, la empatía, la asertividad, facilitando con ello, la comunicación positiva con los implicados en el conflicto. Esa “mediación informal”, es desde luego una pieza también clave para los Vigilantes de Seguridad Privada, que en su mayor parte, realizan sus funciones de cara al público, ya sea en hospitales, redes de transportes y comunicaciones, centros comerciales o eventos y lugares de ocio.
Ante el gran esfuerzo que debe de realizarse en la nueva normalidad, se abre la posibilidad de una nueva seguridad, colaborativa entre los sectores público y privado, ampliando el abanico de las herramientas y técnicas que se utilizan en la gestión de los conflictos también al sector de la seguridad privada, y no únicamente a los vigilantes de seguridad, los cuales son una pieza clave de la seguridad en nuestro país, sino a los responsables de la empresas de seguridad, que puedan conseguir con esos procesos, gestionar de un modo más óptimo los diferentes problemas que se les plantee en el sector.
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