Granada, 13 feb (EFE).- El Juzgado de lo Penal 3 de Granada ha condenado a nueve meses de prisión a una vecina de 41 años de la barriada de Purchil, en el municipio de Vegas del Genil, que en 2019 dejó morir a su perro por inanición en el interior de una vivienda sin alimento ni agua.
El juez, según ha informado el Ayuntamiento de la localidad granadina en un comunicado, ha impuesto también a esta mujer la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión que tenga relación con los animales, y le prohíbe tener cualquier tipo de animal durante dos años y tres meses.
El consistorio, a través del Grupo de Voluntarios de Protección Animal de Vegas del Genil -dependiente del mismo-, se personó en 2019 como acusación particular en la denuncia que el Seprona de la Guardia Civil puso contra esta vecina.
El juez ha impuesto a esta mujer una pena por maltrato animal, después de una investigación que comenzó en mayo de 2019, cuando desde el Ayuntamiento de Vegas del Genil se informó al Seprona de que habían encontrado el cadáver en avanzado estado de descomposición de un perro y que estaba flotando en el interior de la piscina de una vivienda unifamiliar deshabitada, la cual había okupado meses antes.
La patrulla del Seprona se hizo cargo de la investigación y sus averiguaciones dieron como resultado que la última moradora de la casa, tras mudarse, había abandonado intencionadamente en el interior a una de sus mascotas, un perro joven de raza pastor malinois.
El concejal de Bienestar Animal, Alejandro Martín, se ha mostrado "muy satisfecho" con esta condena, que aún no es firme y también obliga a la denunciada a asumir las costas del juicio.
"Nuestro Grupo de Voluntarios de Protección Animal de Vegas del Genil, el primero de estas características que se puso en marcha en toda España, ha conseguido que se haga justicia y se condene a esta vecina, cuya crueldad estuvo fuera de todo límite", ha señalado.
El Grupo de Voluntarios de Protección Animal, formado por vecinos, vela por el bienestar de los perros abandonados y las colonias felinas del municipio y se divide en dos grupos distintos, uno canino y otro felino.
Persigue el abandono y el maltrato animal, y esta es la segunda vez que consigue que se condene a un vecino de la localidad por maltrato animal.
La primera vez fue hace unos meses, cuando un juez condenó a otra vecina que abandonó a dos mastines a su suerte en un terreno ubicado junto a la segunda autovía.
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