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Emilio Rafael Cobos y Ana Álvarez

Dos abogados madrileños diseñan una Guía de apoyo al uso de esta aplicación que va a modificar en el futuro la manera de relacionarse los profesionales jurídicos con órganos judiciales

La herramienta Lexnet se ha convertido en la primera piedra de la modernización de nuestra justicia en los próximos años. Curiosamente hablamos de un software que data de 2003, pero que nadie sabe por qué motivo se ha rescatado del olvido trece años después.

Como hemos ido comentando en diferentes reportajes, el desarrollo de esta aplicación no ha sido todo lo boyante que se esperaba, pese a que en muchos Colegios de Abogados como el de Madrid se ha impartido formación gratuita desde el verano pasado para muchos colegiados. Colapsos de la aplicación, caídas planificadas o por sorpresa, documentos que quedan atascados en los buzones, son algunas de las incidencias de Lexnet en su actividad.

Nuestra publicación ha localizado a Ana Álvarez y a Emilio Rafael Cobos, abogados madrileños que han colaborado con el ICAM como y formadores de Lexnet, y que han diseñado una Guía de apoyo de cuestiones procesales al trabajo del abogado en esta plataforma. Realmente lo que han hecho ha sido volcar sus experiencias y conocimientos, ahora al alcance de todos.

Lexnet nace viejo tecnológicamente

La modernización de nuestra justicia es imparable. Así ha pasado con muchos de nuestros servicios como la Sanidad, Educación o nuestros impuestos, otra cosa es saber si desde el Ministerio de Justicia se eligió el camino adecuado. Desde fuera da la sensación que lo que es la tecnología, con el desarrollo procesal de la herramienta, no parecen estar muy en armonía: ”Es curioso que estemos trabajando con una tecnología del 2003, trece años después; Lexnet nace viejo tecnológicamente”, apunta Emilio Rafael Cobos quien con Ana Álvarez ha formado parte del equipo de formadores en Lexnet del ICAM a lo largo de estos últimos meses.   “Los cursos se iniciaron en septiembre, con carácter voluntario y gratuito para los colegiados con un considerable esfuerzo del Colegio, y en seguida vimos que los problemas generales eran similares para todos los usuarios, acrecentándose en los que tenían menor formación tecnológica”, indica Ana Álvarez.

Les pedimos a estos abogados que conocen Lexnet desde una doble vertiente, usuario y formador de otros colegas, el por qué da tantos problemas esta plataforma” No es fácil contestar a la pregunta, habría que hablar de múltiples variables que son coetáneas en el tiempo: relativas a aspectos constitucionales de su titularidad, la tecnología empleada, la fórmula de implementación y la dotación de medios materiales y humanos”, resalta Cobos. A su juicio, cuestión en la que otros expertos coindicen, poner en marcha un proyecto de este tipo necesitaba de varias pruebas pilotos antes de aquella fecha del 1 de enero del 2016, además de la formación y medios necesarios para todos los profesionales jurídicos. “Entendemos que la Modernización de la justicia se ha de llevar a cabo mediante una planificación minuciosa, e invirtiendo las cantidades necesarias para que el proyecto pueda ser viable a corto y medio plazo. Es curioso que su propia normativa señala que Lexnet no tendrá dotación económica”, advierte Álvarez. Para ambos letrados, dicha herramienta supone la inversión de bastante tiempo en su uso, se realizan pasos y desplegables de forma infinita “debería haberse buscado un sistema más sencillo y básico”, comentan.

Problemas que surgen del uso de Lexnet

El uso de Lexnet por parte de los profesionales jurídicos está abierto a diferentes problemas que pueden surgir. “Muchos de ellos han tenido que dotarse de nuevos equipos (ordenadores, escáneres…) y software afrontado el coste de esta inversión. A día de hoy los usuarios de Mac tienen problemas serios para acceder a la plataforma”, aclara Emilio R. Cobos. “Además es curioso pero el sobrecoste del esfuerzo que implica esta aplicación ha ido a parar al abogado la mayor parte de las veces, cuando debería ser la propia Administración quien se encargase de incorporar las copias en papel cuando fuera necesario”, resalta Ana Álvarez. “La capacidad de diez megas de la herramienta parece insuficiente a todas luces si observamos las demandas que se presentan en los juzgados”.

Hablar de la tipología del asunto y catalogación documental es señalar otro de los problemas que viene añadido a Lexnet “puedes encontrarte dos o tres descripciones parecidas, aunque dependiendo de la sección a que vaya dirigida hay que emplear una u otra tipología. No siempre se acierta al elegir el adecuado”, indica Álvarez.  Otra cuestión que puede surgir es que el sistema rechace el escrito de forma automática sin que intervenga mano humana alguna: ”El escrito se rechaza sin que haya intervenido un funcionario judicial, una situación nueva, porque este cometido viene atribuido en exclusiva competencia de jueces y tribunales”; comenta Cobos. En opinión de ambos juristas, esta situación deja claro que no se ha casado bien la tecnología con la propia normativa que regula Lexnet y con las atribuciones constitucionales. Sobre el escaso número de incidencias que reflejan las estadísticas del Ministerio, nos explican estos expertos que es debido a que hacer cualquier tipo de incidencia genera el empleo de más tiempo y no siempre de forma sencilla para el propio usuario de la plataforma: “somos abogados y nuestro trabajo es defender el interés legítimo de nuestro cliente y eso absorbe nuestras energías de forma intensa”

Recomendaciones para optimizar el uso de Lexnet

Emilio CobosLlegado a este punto, tanto Emilio Rafael como Ana empiezan a ofrecernos recomendaciones para optimizar el uso de esta tecnología. “Lo primero de todo, es evidente: no apurar los plazos procesales para la presentación de escritos mientras que en Lexnet existan caídas, colapsos de la plataforma y problemas incluso propios del usuario, que colocan al letrado en la línea roja; parece razonable, cuando sea posible, “recortar” el plazo de presentación.  Al mismo tiempo es recomendable realizar una interpretación estricta de la Ley 42/2015 y demás normativa de desarrollo para evitar problemas de carácter procesal” señalan nuestros interlocutores.

También los usuarios de esta herramienta han detectado ciertos picos u horas donde hay más “tráfico” en Lexnet.  “Aun así es complicado espaciarse y encontrar el momento adecuado para enviar tus documentos. Ahora hay muchos profesionales que madrugan para enviar los escritos al juzgado”, indica Emilio. “La afirmación de que el sistema es 24 horas y 365 días al año no es real pues siguen existiendo las mismas horas y días inhábiles, y pretender mantener al profesional atado al ordenador es desconocer la necesaria conciliación de la vida personal y familiar del mismo” “Todos tenemos nuestras familias y no es concebible que trabajemos full time”, explica Ana.

Colapsos y caídas, trabajar conviviendo con ellos

Sobre los colapsos del sistema y las caídas, programas o no, parece que son incidentes con los que tendrá que acostumbrarse a vivir el abogado en los próximos meses:” Con Lexnet hay que ser sistemático en su funcionamiento. No puedes acceder a la plataforma ocasionalmente sino a diario como se hace con el correo electrónico. Introducirla en tu rutina de trabajo”; subraya Emilio. “Lo fundamental es tener esa práctica y meterte en todos los buzones de tu aplicación. Si eres colegiado de varios Colegios tendrás uno por cada entidad. En el futuro, sería bueno que cada colegiado solo revisase un único buzón”, indica Ana. Ambos juristas echan de menos que el App creado por el Ministerio sobre Lexnet sirva para algo más que para saber si existen notificaciones en sus diversos estados.   “No nos permite operar desde dispositivos móviles”, indican.

Ana Àlvarez

Nuestros protagonistas de este reportaje han creado, gracias a su experiencia como formadores en Lexnet, una Guía de carácter procesal, accesible para el uso de esta tecnología. “Es un material que hemos ido elaborando tomando como base el que a lo largo de estos meses hemos ido generando para preparar los cursos de formación, después del estudio de la normativa y de la plataforma misma como herramienta, y con el propio feedback de los diferentes cursos que hemos impartido. Hemos aprendido mucho con la preparación de todo ello.  La Guía queríamos que fuera un primer acercamiento rápido y sencillo a Lexnet, sabiendo la problemática que existe tanto a nivel de profesionales como de órganos judiciales”, aclaran. De alguna forma nos encontramos ante una iniciativa de pro bono tecnológico encaminada a ayudar a otros letrados en su relación profesional con esta plataforma, de forma desinteresada por estos dos abogados.

Esta publicación se ha organizado en tres partes bien diferenciadas. Una primera, donde aparecen las Cuestiones Generales, otra dedicada a las comunicaciones y notificaciones de los órganos judiciales con el abogado y una tercera sobre la presentación de escritos “Hemos orientado la Guía hacia abogados:  cuando ha de utilizar procurador, que tiene unos requisitos de carácter formal, y cuando el abogado no siendo preceptivo el procurador, se convierte en usuario de Lexnet y tiene la obligación de operar con la plataforma”, comenta Emilio R. Cobos. “Nuestro objetivo ha sido ofrecer ideas claras y concretas que permitan al interesado acceder a la legislación donde se soporta dicha Guía y hacer su interpretación al supuesto y caso concreto”, señala Ana Álvarez.

Sobre las Cuestiones Generales se hace una introducción en la herramienta y que Lexnet no altera el sistema habitual de cómputo de plazos ni el tiempo hábil de las actuaciones judiciales: “El cómputo de plazos sigue siendo el del artículo 5 del Código Civil y el art 133 de la Ley de Enjuiciamiento Civil” señalan. Respecto a las notificaciones se explica el uso del buzón o buzones que tiene cada letrado y de su funcionamiento “se puede aceptar o no expresamente dicha notificación y después de tres días, si no es aceptada expresamente, la notificación desplegará efectos procesales”, apunta Cobos. Y es que tecnología y actividad procesal deberían estar mejor ensambladas como se desprende de la lectura de este oportuno manual.

De hecho, nuestros interlocutores afirman que este trabajo convertido en Guía, fruto de su doble experiencia como formadores y usuarios de Lexnet, pretende ser “un compendio de todos los instrumentos legales que regulan el aspecto procesal de esta plataforma”. Al mismo tiempo esperan que pueda aportar su granito de arena para que en el futuro se dicte una legislación clara, coherente, homogénea en todo el territorio nacional “para que no generase ningún tipo de inseguridad jurídica ni que generase problemas en relación con la tutela judicial efectiva”, indica Emilio R. Cobos.

Por último, la presentación de escritos es lo más complejo de Lexnet a nivel procesal y real “ se rellenan muchas pantallas con obligación de grabar muchos datos, actividad que no es tan rápida como parece, luego hay que escanear documentos con los requerimientos formales, firmarlos y para que el sistema al final, en muchas ocasiones, señale que has excedido la capacidad de 10 Mb: El grabado de datos no debería ser competencia del profesional que ya los ha consignado en sus escritos (fundamentalmente en los iniciadores) y se le carga un trabajo administrativo que redunda en beneficio de la Administración de Justicia” aclara Ana Álvarez.

 

LINK a la Guía: “Comunicaciones telemáticas con órganos judiciales (LexNet)”




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