Ante las atrocidades tenemos que

 tomar partido. El silencio estimula al verdugo

Elie Wisel

En esta narrativa les presento reflexiones que devienen de la introspección de vivencias que me permiten afirmar que no siendo pequeña ni fácil la cruzada, que nos ha tocado enfrentar para que nos reconozcan nuestros derechos de Mujer como Derechos Humanos,  en esta nueva era de globalización, la tecnología y la Inteligencia artificial, propias de la Trasmodernidad, las noticias por los diversos medios se han convertido en la verdad que muchas creemos sin cuestionar, ello pudiera ser producto de la comodidad o el reflejo de los ciudadanos que conviven en una sociedad, o ambas. Lo que nos hace confrontar espacios aún más arduos, como la ser víctima de una violencia invisible pero letal, la Violencia Mediática

La Justicia se desdibuja, la víctima se invisibiliza y se avergüenza de las mentiras emotivas que la exponen ante un mundo que fabrica su verdad, lo que genera que exista un cambio de roles, y de victima pasa a ser la mujer a ser victimaria

Si, la Violencia mediática, es una forma de violencia reconocida por las normas de distintos países y por instrumentos internacionales pero tal declaración, no ha impedido que cese e incluso en la actualidad se ha convertido hasta una forma de denunciar un hecho penal y lograr de manera más efectiva la prosecución penal, distorsionado el proceso penal y la justicia pues el verdugo, juez y parte será la opinión pública, nos enfrentamos ante un fenómeno nada nuevo pero que cada día toma fuerza y poco o nada se ha hecho para detenerlo.

 A tenor de lo narrado es oportuno hacer mención a Charaudeau (2003) hoy más vigente en pleno siglo XXI, cuando señalo que: “los medios no transmiten lo que ocurre en la realidad social, sino que imponen lo que construye del espacio público… A causa de su ideología, que consiste en “mostrar a toda costa, en “hacer visible lo invisible” y en “seleccionar lo más sorprendente” (los trenes que no llegan a la hora), construye una visión parcializada de ese espacio público, una visión adecuada a sus objetivos, pero muy alejada de un reflejo fiel” (p. 15).

 Sin pretender desconocer la función de los periodistas y el impacto e influencia de los medios de comunicación, es el momento de que las Mujeres prestemos atención a una forma de violencia que pareciera pasar desapercibida, invisible … que no se siente o ve a primera vista, pero sus efectos son sin dudas devastadores, no solo a las mujeres que se ven sometida a la mismas, sino a su familia, a su honor, reputación.

Para diversos maestros la Violencia Mediática, es una forma mediática de la violencia de género, esta aserción concentra las distintas formas de ver y normalizar lo violento y más grave aún la forma como se exhibe y se hace viral, lo que toma fuerza lo que arriba se destacó de Charaudeau, lo real se hace irreal, lo irreal es la nueva forma de atacar, las mentiras se convierten en verdades y así cada vez se violenta a la Mujer, no es nuevo, pero ¿que estamos haciendo para ponerlo alto? 

   De acuerdo a lo que acontece ya descritas dos normas como respuesta del Estado ante los hechos cada día mas concurrentes donde los medios de comunicación en sus distintas formas, exponen a la mujer desde su identidad, sexualidad , profesión,  con mentiras emotivas, la cosifican , las hacen victimarias ... vale preguntar ¿ por qué existen tan pocas denuncia de este tipo penal  y cada dio afrenta la violencia mediática pese a que la propia norma en su artículo 12 de manera imperativa señala: … todas  las servidoras públicas y servidores públicos  deben actuar de oficio … sin que sea necesaria la solicitud … ´´  ¿violencia institucional u omisión dolosa del funcionario público?

 Para agravar lo develado de una manera perversa la violencia mediática en muchas ocasiones es utilizada como una forma de denuncia pues los hechos mostrados de manera bajo una sola postura convierten a la mujer víctima en victimaria con una condena social que genera humillación, deshonra, vejaciones y múltiples violaciones de Derecho 

Resulta alarmante que un conflicto penal donde la mujer ha sido víctima de violación de sus derechos, se vea en esta nueva época sometida al escrutinio de la opinión de otros, que poco o mucho saben de nuestra historia, pero de manera abrumadora se adueñan y de una verdad fabricada por la omisión y la opinión de un simple mensaje…logran que no tengamos identidad

Es hora de profundizar en los conceptos a razón de poder como Mujeres dar respuesta al desasosiego que padecen la mujer en silencio o sin rostros, ante esta violencia, que sin duda hacen sentir que volvimos a la edad medida, las mujeres son condenadas por un mano que señala y nunca ni ellas supieron que tenían derecho a ser víctimas y como tal a ser tratadas

Ser víctima de violencia de género no debe amancillar la condición  de ser  persona, ser humano, ser  mujer , siendo así,  en teoría ha avanzado la Victimologia y las reformas de la leyes procesales y especiales pese ello de manera paradójica, el trato que reciben las víctimas de violencia por parte de los servidores de justicias puede ser más letal que el del agresor así sea por indolencia,  desconocimientos , falta de empatía , los estereotipos hacen que su transitar en   la justicia penal sea la hoguera de épocas pasadas, y  lo que le llevo a confiar en el sistema de justicia las agota y demuele al punto que su intimidad quedo al manifiesto de personas que no conocía pero decidió creer y muchas después de un largo tiempo su caso no tiene respuesta, no se les reconoce como víctimas y peor aún pasan a ser victimarias, no solo de las omisiones sino de la opiniones del colectivo , que las califican conque ´´ era mentira su relato o que eran culpables de lo que vivieron´´

Y si me gusta estas informada, pero viviendo de cerca los efectos de la violencia mediática, incluso ver como esta convierte a las mujeres en victimarias y someterlas a un proceso penal ante la manera como receptores recibimos la información sin cuestionar y de forma no sensible que genera una alerta ante lo que consumismo como información, lo que cedemos en nuestros derechos ante ella y la tolerancia ante las ofensas.

 Pudieran estar o no acuerdo, pero juntas podemos reflexionar sobre lo narrado y vislumbrar que es el momento ante esta era postmoderna que si existe violencia mediática está, que debemos cuestionar lo que se nos informan y que no podemos ceder nuestros derechos, no podemos seguir aceptando que nuestro honor y reputación sea cuestionado y culpa a las víctimas, pero también se desconoce la socialización patriarcal

Mis queridos Lectores es ahora, es el momento de ser valientes por y para víctimas de violencia mediatica, donde las mujeres se ven revictimizadas y además inculpadas por la posverdad, en esta nueva era donde a la par que avanza la tecnología retrocedemos a la edad media, donde nuestras mujeres que antes eran quemadas por brujas, hoy lo son por ser Mujeres víctimas ...

 La lucha es de todas, sin dejar espacios y actuando con valentía …  es nuestra batalla y seguiremos en disputa por nuestros derechos, por un acceso debido a la justicia sin sesgos machistas y sin opacarnos ante la posverdad, es hora de manejar las concepciones y ser capaces de actuar…   

 Teníamos dos opciones: estar calladas y morir o

 hablar y morir Decidimos hablar 

Malala Yousafzai  

Referencias Bibliográficas

Asamblea Nacional (2021). Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.667 (Extraordinaria) de fecha 21 de diciembre de la 2021. Caracas

Charaudeau, Patrick. El discurso de la información. La construcción del espejo social. Gedisa. España, 2003. Marzano, Michela. La muerte Como espectáculo. La difusión de la violencia en Internet y sus implicaciones éticas. TusQuets Editores. México, 2010.