Burgos, 22 mar (EFE).- Los jueces de menores piden que se modifique la legislación para que sean ellos, auxiliados por asesores, los que regulen la inscripción en el registro de delincuentes sexuales de menores convocados por este tipo de delitos.

El acuerdo se ha adoptado en el Encuentro anual de jueces de menores que se ha celebrado en Burgos durante tres días, ha señalado la organizadora de la reunión, jueza de menores y jueza decana de Burgos, Blanca Subiñas, en rueda de prensa.

Ha explicado que cuando un menor es condenado por un delito sexual se le inscribe automáticamente en el registro de delincuentes sexuales por un periodo de diez años, lo que puede afectar a muchas de sus actividades en ese tiempo, como las laborales o las deportivas, porque si la víctima es otro menor no puede asumir ninguna función que le mantenga en contacto con menores de edad.

La juez ha insistido en que debería ser un juez de menores el que decida sobre esa inscripción y el tiempo que debe durar, porque en ocasiones estos delitos pueden ser “un cachete en el culo en un recreo o un piropo malsonante”, por lo que no todos los casos revisten la misma gravedad.

Tras insistir en que la última memoria de la Fiscalía recoge un incremento claro de delitos sexuales cometidos por menores, Subiñas ha apuntado que el incremento de denuncias tiene varias causas.

Entre ellas, ha señalado que algunas se presentan por desconocimiento, porque “a veces se denuncia porque alguien ha mantenido relaciones sexuales y después se arrepiente, y eso no es delito si en su momento fueron relaciones consentidas”.

En el encuentro también se ha planteado la conveniencia de mejorar el tratamiento social y familiar del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), además del farmacológico, ya que las personas que lo padecen tienen más probabilidades de acabar cometiendo algún delito.

Ha señalado que esto es más frecuente en los menores que se juzgan, de 14 a 17 años, porque a esas edades son más inestables y suelen tener menos autocontrol, aunque “los expertos señalan que uno de cada cuatro reclusos presentaba en su momento síntomas que se podrían haber diagnosticado como TDAH”.