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  • Después de los buenos números que ha presentado el mercado inmobiliario en los años de recuperación tras la pandemia, las cifras comienzan a desinflarse en este 2023. Es lo que se conoce como ‘efecto champán’: después de descorchar una botella, primero sale a presión y luego empieza a perder fuerza.

El descenso de la demanda como consecuencia de la subida de los tipos de interés y la inflación a finales de 2022 van a provocar que las compraventas de vivienda se moderen hasta cerrar 2023 con cerca de 500.000 transacciones. Es un claro indicativo de que el sector inmobiliario se encuentra bajo los efectos del Efecto Champán, tal y como vaticinan los expertos de la red inmobiliaria Comprarcasa.

Este término explica cómo la demanda de un producto o servicio se reduce después de una temporada de gran éxito. La metáfora visual de este fenómeno es muy sencilla, pues al descorchar una botella, la bebida sale y se derrama con fuerza durante los primeros segundos, para posteriormente perder esa energía

Tras superar la pandemia se ha registrado este efecto en muchos sectores, como el turístico, fruto de la demanda contenida. Pero puede que en el sector inmobiliario sea donde más se ha notado el descorche de la botella. Tal es así que el Instituto Nacional de Estadística avisó en 2021 que la compraventa de casas creció de forma interanual casi un 35%, siendo este el mayor crecimiento registrado en la serie histórica.

¿Cómo se explica este efecto en el inmobiliario?

El mercado inmobiliario, al igual que el resto de los sectores, se paralizó durante el 2020 fruto de las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19. Durante ese año la demanda contenida de vivienda agitó la botella del mercado inmobiliario y, cuando por fin se descorchó, el número de transacciones se disparó, como consecuencia del apetito de los inversores o la demanda de viviendas con espacios al aire libre.

Este efecto explica que los dos últimos años se hayan registrado los datos más abultados desde el comienzo de la estadística oficial del INE en 2007. De hecho, entre enero y noviembre de 2022 se firmaron más de 600 mil transacciones y en 2021 este dato alcanzó los 566 mil movimientos, según los últimos datos del INE. Cifras muy superiores a las cosechadas en 2020 (420.238 compraventas) y 2019 (505.467 compraventas).

Después de dos años de máximos, la red inmobiliaria Comprarcasa espera que 2023 termine con cerca de 500.000 transacciones de vivienda, un dato que, si bien no es negativo y se acerca a los 505.467 movimientos registrados en 2019, son ciertamente inferiores a los registrados en los dos últimos años.

A pesar de la incertidumbre, las previsiones arrojan cierto optimismo porque el interés de los inversores sigue al alza gracias a la rentabilidad que ofrece la inversión en vivienda, que podría acercarse al 8% en 2023, o el tirón de la demanda por parte de compradores extranjeros, que creció un 22,5% en el tercer trimestre del año, según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Además, a medida que la inflación se controle los tipos tenderán a estabilizarse, haciendo que la demanda vuelva a despuntar.

Para Lorena Andrea Zenklussen, CEO de Comprarcasa, “el efecto champán es una realidad en estos meses. Después de unos registros tan positivos es normal que experimentemos un descenso, pero en los últimos años el mercado ha demostrado fortaleza más que suficiente”. 




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