¿Puede desarrollar actividad laboral alguna una persona que padece una severa depresión, con visión pesimista del presente y futuro, apatía, pérdidas de memoria frecuentes, sentimiento de inutilidad marcados, de soledad y escasa capacidad para planificar su día a día?

La respuesta es obvia: NO. Y por eso, un Juzgado de lo contencioso administrativo de Sevilla ha reconocido la Jubilación por Incapacidad Laboral Absoluta a una profesora de 57 años.

Dependiente de la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, esta funcionaria de carrera desempeñaba labores como profesora de educación especial en 2 colegios de la provincia de Sevilla. Diagnosticada de fibromialgia y tras más de 26 años siendo tratada por los servicios de psiquiatría de diferentes hospitales hispalenses, en 2018 el INSS le reconoce una jubilación por Incapacidad laboral para su profesión habitual, esto es, maestra.

Pero el cuadro pluripatológico que padece esta sevillana (sobre todo la psicopatología crónica y severa) le interfería por completo en su vida diaria, no estando capacitada para desempeñar actividad laboral reglada alguna, con la eficacia, asiduidad, constancia y responsabilidad debidas. Es por ello que, de la mano del letrado Álvaro Jiménez Bidón, abogado laboralista y socio del bufete Jiménez Bidón Abogados, interponen recurso contencioso administrativo ante la Sala de lo Contencioso.

En este recurso se aportaron como prueba numerosos informes psiquiátricos de hospitales públicos y privados que controlan a la paciente desde 1994, así como el Informe Psiquiátrico y Psicológico Pericial de un Especialista en Psiquiatría legal y Forense. En todos ellos queda corroborado que la demandante "clínicamente presenta estado de ánimo crónicamente deprimido, con una disminución acusada de interés por casi todas las cosas, así como una fatiga acusada con intensa pérdida de energía que le dificulta mucho su día a día, disminución de la capacidad de pensar y de concentrarse, tensión muscular en forma de ansiedad, así como sentimientos de impotencia, inutilidad y de fracaso". Por ello, su señoría ha estimado la demanda de la actora y le reconoce la Incapacidad laboral para todo tipo de trabajo, esto es una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora, poco más de 2.300€ mensuales.