El Colegio de Abogados de Ciudad Real ha inaugurado hoy su nueva sede con la presencia de la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, Victoria Ortega, y del ministro de Justicia, Rafael Catalá Polo. El responsable de la cartera de Justicia del Gobierno ha descubierto la placa conmemorativa junto al decano del Colegio, Cipriano Arteche, Victoria Ortega, y la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora.
En un acto al que han acudido decenas de cargos públicos y personalidades del sector, Catalá ha conocido el resultado de las obras sobre las que puso la primera piedra hace dos años. “Ejemplo de modernización” han sido las palabras con la que el ministro ha definido esta nueva sede por la que tanto han luchado los colegiados ciudadrealeaños. “Este edificio simboliza al Colegio de Abogados de Ciudad Real y sus valores: responsabilidad, democracia y nuevos retos. Que son también los de la justicia española”, ha firmado.
Con el ministro como testigo, Arteche ha querido recordar a cada uno de los que han hecho posible “este pistoletazo de salida hacia una nueva época del Colegio de Abogados de Ciudad Real, fruto del trabajo de un lustro”. Arteche ha descrito el espacio como “la culminación de un sueño que se merecen tanto los abogados como los ciudadanos” y en ese sentido ha resaltado “las prestaciones y la autonomía con la que pueden contar los profesionales de la abogacía en este nuevo Colegio”.
Respecto a esas prestaciones ha mostrado su impresión Victoria Ortega, haciendo hincapié en “la formación, el conocimiento, la mejora de los servicios a la sociedad y el compromiso con ella, que constituyen los pilares sólidos de la abogacía”.
También elogiando el aspecto de esta nueva sede, Pilar Zamora, ha reconocido el acierto de situar el Colegio de Abogados de Ciudad Real tan cercano a los juzgados, como una “línea de trabajo que dota a la ciudad y abre sus puertas a los ciudadrealeaños”.
Durante esta cita, que quedará ya para el recuerdo de la abogacía provincial, se han mostrado las diferentes instalaciones dentro de la nueva sede, así como el ministro y el resto de la mesa inaugural han grabado para siempre sus palabras en un libro de honor.
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