Madrid, 22 sep (EFE).- La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avanzado este jueves que trabaja en un nuevo gravamen temporal para las grandes fortunas, que empezaría a aplicarse en 2023 y que solo afectaría a "personas millonarias".
Esta propuesta, en la que Hacienda lleva trabajando "semanas", se ha conocido en un momento en que el impuesto de patrimonio ha ganado protagonismo después de que el gobierno andaluz decidiera suprimirlo en su territorio, como ya hace Madrid, y el de Murcia haya anunciado que estudiará esta posibilidad.
La propuesta ha chocado con la oposición frontal de PP, Ciudadanos y Vox pero ha sido bien recibida por los socios parlamentarios del Gobierno.
IMPUESTO TEMPORAL PARA MILLONARIOS
Montero ha justificado el estudio de este nuevo gravamen en la necesidad de que las rentas altas contribuyan en mayor medida a sufragar las medidas para paliar los efectos de la inflación, en línea con los impuestos para banca y energéticas.
De hecho, el impuesto para las grandes fortunas se basará en "un esquema similar" al de estos dos gravámenes, en el sentido de que tendrá carácter temporal, posiblemente con dos años de vigencia, aunque dependerá de la duración de la guerra en Ucrania.
La intención de la ministra es empezar a aplicarlo "lo antes posible", a ser posible el 1 de enero de 2023, y solo afectará a "personas millonarias", un umbral que no ha detallado pero que en cualquier caso estará por debajo del 1 % de la población.
La vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, ha enmarcado el estudio de este tributo en la negociación presupuestaria entre los socios de Gobierno y ha defendido que la propuesta parte de Unidas Podemos, que ya registró una iniciativa en ese sentido -gravar las fortunas a partir de 10 millones de euros con tipos de hasta el 5 %- que fue rechazada con el voto en contra del PSOE.
HACIENDA ANALIZA DIFERENTES "ALTERNATIVAS"
En cuanto a la forma que adoptará el gravamen, Montero se ha limitado a señalar que explora "diferentes alternativas", sin aclarar si será un nuevo impuesto -lo que requeriría una ley propia- o una modificación de alguno existente, como el de patrimonio o el IRPF -en cuyo caso podía aprobarse en otra ley, como los Presupuestos-.
Las grandes fortunas ya están sujetas al impuesto de patrimonio, un tributo estatal cedido a las comunidades autónomas, que grava los patrimonios por encima de los 700.000 euros excluidos 300.000 euros de vivienda habitual, y que recauda 1.200 millones de euros al año.
Sin embargo, no todos los patrimonios tributan, ya que Madrid tiene bonificado el impuesto al 100 %, es decir, que nadie en la región lo paga, lo que ha provocado que algunas grandes fortunas se hayan instalado en la comunidad.
Esta misma semana, el gobierno andaluz, del PP, ha anunciado que también bonificará en su totalidad este impuesto y el de Murcia, del mismo partido, lo está estudiando, una estrategia de competencia fiscal a la baja que ha sido criticada por el Gobierno.
APLAUSOS ENTRE LA IZQUIERDA, RECHAZO DE LA DERECHA
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha celebrado como "una buena noticia" la posibilidad del nuevo impuesto, que ha enlazado con la propuesta de su partido, aunque ha reclamado que tenga carácter permanente.
También ERC ha mostrado su apoyo al impuesto y ha pedido que tenga carácter permanente, mientras que Más País ha celebrado que combate la espiral fiscal a la baja del PP.
En cambio, el PP ha rechazado la medida porque España no tiene un problema de recaudación y no ataja la inflación, una crítica a la que también se ha sumado Vox porque "España no está en un momento para pedirle más esfuerzos a los españoles" y Ciudadanos, porque ataca competencias autonómicas.
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